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Ibrahim obligó a Hürrem a matar a Leo si no quería que fuera él mismo quien lo hiciera en el capítulo del jueves de El Sultán. “Ese chico está sentenciado a muerte. Si no le arrebatas la vida tú, le contaré al Sultán lo que hubo entre vosotros y él será quien le ejecute”, comentó el Gran Visir. Hürrem, con lágrimas en los ojos no tuvo más remedio que obedecer al hombre, en El Sultán.
Despacio, se acercó hasta Leo con un cuenco de delicias turcas en la mano. El joven pintor, que entendía lo que estaba pasando, cogió uno de los dulces envenenados entre sus manos. “Jamás te haría pagar por mi error de quedarme aquí a pesar de que no querías. Me lo advertiste muchas veces. Te quiero y siempre será así”, dijo con el rostro desencajado por la pena y la angustia al ver su muerte tan cercana.
Acto seguido, se comió la delicia. Minutos más tarde, el veneno comenzó a hacer efecto y Leo empezó a sangrar por la boca. Hürrem hizo el amago de irse, pero no se atrevió a dejar a su gran amor solo en los últimos segundos de su vida. Con gran cariño, cogió su rostro entre sus manos y le acarició suavemente, tratando de infundirle algo de tranquilidad. Leo cerró sus ojos para siempre, mirando por última vez la cara de su amada.
Nigar perdió la confianza de Hürrem
Por otro lado, Victoria se acercó lo suficiente a Solimán para estar a punto de matarle. La joven, con una daga en el cuello del Sultán, le confesó que vino hasta el palacio enviada por el rey de Hungría, expresamente, para matarle. No obstante, la chica falló en su cometido y el monarca salió airoso de la situación. Ahora sería ella quien recibiera el castigo que le correspondá.
Horas más tarde, Solimán se reunió con Ibrahim y le contó lo sucedido con Victoria. Además, le culpó de haber permitido que la chica se acercara tanto a él. “Matrakçı, en quien tanto confías, fue la persona que trajo a esa muchacha hasta mí y tú lo permitiste”, dijo el Sultán. Mientras, Hürrem lloró desconsolada la muerte de Leo y culpó a Nigar de lo sucedido. La sirvienta había perdido la confianza de su señora.
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