Pensar en llevar base de maquillaje en verano es algo que puede agobiar. Pero hay ocasiones en las que si queremos perfeccionar la apariencia del rostro y que la piel se vea más uniforme, no nos queda otra alternativa.
Y uno de los grandes inconvenientes de usar base de maquillaje en los meses de calor es que el sudor puede hacer de las suyas y conseguir que esta permanezca en su sitio solo el instante en el que la colocamos. El resultado es un rostro parcheado en el que aparecen varias tonalidades y el objetivo de crear esa ansiada uniformidad, se pierde. Sin embargo, los expertos conocen algunos tips para combatir ese indeseado efecto.
Cambia de fórmula
El resultado de una base de alta cobertura es espectacular, pero a cambio, son productos oclusivos, que bloquean el flujo del aire en tu piel, obstruyen los poros y pueden crear sensación de claustrofobia. Aparta este tipo de fondos y sustitúyelos por bases más ligeras de cobertura modulable, de manera que puedas poner más producto allí donde haga falta y dejar la piel al descubierto donde no haya imperfecciones. Es probable que sean menos duraderas, pero también soportan mejor las altas temperaturas. Para una cobertura extra puedes aplicar un poco de corrector en zonas concretas.
Por otro lado, en estas jornadas de intenso calor son preferibles los acabados mates o semimates ya que es probable que tu piel genere esos aceites que den ese toque brillante al fondo de maquillaje. Si eliges un acabado jugoso, puede que el brillo sea excesivo y más que una piel hidratada parezca que acabas de correr una maratón.
Cuidado con el iluminador
Las tendencias marcan una apuesta decidida por las pieles luminosas y los acabados tornasolados y brillantes. Pero este maquillaje hay que aplicarlo con mesura. Cuando pongas este tipo de producto en tu rostro, sobre todo el iluminador, hazlo teniendo en cuenta que tu piel ya va a generar cierto brillo a lo largo de la jornada. De esta forma, es preferible pecar de poco producto que de una cantidad excesiva, que sumada a la grasa natural de tu rostro te hará parecer una bola de discoteca.
Bruma matificante
Una vez que hayas terminado el beauty look toca sellar el trabajo. Para ello las brumas matificantes son un buen aliado. Este producto se aplica como una nube refrescante que cae sobre el rostro y mantiene a raya los brillos generados por la piel. Además, calma el enrojecimiento y evita la humedad excesiva en el rostro. Este producto está disponible en formatos de viaje perfectos para llevar en el bolso. Cuando necesites refrescar tu piel y eliminar brillos, solo te hará falta un par de pulverizaciones. Aplícalo a unos 15 centímetros del rostro para no estropear el maquillaje.
Polvos fijadores
La tendencia de la piel jugosa ha dejado este producto un poco de lado, pero lo cierto es que es imprescindible en los días más calurosos. Para evitar un efecto acartonado que tiende a envejecer el rostro, aplícalos con un pincel pequeño de pelo suelto -valdría uno de los que usamos para difuminar las sombras de ojos, si no tienes uno específico- y pon una capa muy fina de producto en las zonas de la cara que tienden a generar brillos: la frente, las mejillas y la barbilla.
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