Mantener una dieta saludable puede costar un poco pero todo es una cuestión de hábitos. La realidad es que muchas veces al llegar a casa al caer la tarde o aún habiendo ya cenado, pueden entrarte unas ganas irrefrenables de atacar la nevera ya sea por estrés, ansiedad o por no haber comido de forma ordenada durante el día. No todo es cuestión de fustigarse y de fuerza de voluntad, hay algunos pequeños trucos que pueden hacer que dejes de tener esas ganas casi incontrolables de picotear por las noches.
Hora límite
Poner una hora límite para la ingesta de comida es el primer paso a seguir si quieres acabar con ese picoteo nocturno que te está haciendo ganar kilillos de más y que además en ocasiones trae consigo sentimientos de culpa y vergüenza. Para seguir una dieta saludable y un buen estilo de vida márcate una hora para hacer tu última comida del día, al menos dos horas antes de acostarte para irte a la cama con la digestión hecha. Si piensas que en esas dos horas puedes caer en la tentación del picoteo sigue leyendo porque hay algunos trucos más que deberías tener en cuenta.
Toma chocolate negro
Termina tu cena con una o dos onzas de chocolate negro, de al menos 70 % de cacao, si la concentración es mayor mucho mejor. El chocolate negro te va a aportar antioxidantes y además lo vas a asociar con un pequeño placer o premio, un postre que se lleva de un plumazo la ansiedad por comer algo dulce y que además es muy beneficioso para la salud.
Bebe agua
En muchas ocasiones el cerebro confunde la sed con el hambre así que, cuando tengas ganas de lanzarte a la nevera o a la despensa a comer lo primero que pilles ya sea dulce o salado, para, respira y bébete un vaso de agua, verás como seguramente en pocos minutos esa ansiedad por comer se va a disipar. Puedes tomar también una infusión relajarte, un rooibos, una manzanilla, un chai tea o una infusión de hierba luisa.
Lávate los dientes
Este truco es de los más infalibles para evitar picar por la noche. Si al terminar de cenar te cepillas tus dientes ese simple gesto de higiene bucal va a hacer un click en tu cabeza ya que el sabor que queda en la boca no da pie a ir a picotear, además de ser un elemento disuasorio ya que te volvería a tocar volverte a lavar los dientes después del picoteo.
Cambia de rutina
No hay nada mejor que hacer cambios si quieres acabar con un hábito que se ha instalado en tu vida. Un cambio de rutina descabala los planes del cerebro y si, por ejemplo, estabas acostumbrada a ver la televisión después de cenar y mientras te asaltaban las ganas de galletas, bombones, la pizza que sobró de la cena o bollería, si haces un reseteo en tu rutina, esas ganas de picar que son un hábito se irán como por arte de magia. Elige una rutina que te permita conciliar el sueño y tener un buen descanso, por supuesto olvidándote de la comida. Cena pronto, toma tus dos onzas de chocolate negro con una infusión calentita, lávate los dientes y coge un buen libro o bien date una ducha, pulveriza una bruma de almohada con aceites esenciales en la cama o practica unos minutos de meditación. Todo sea por olvidarse de picotear y también por organizar la vida de una manera más cómoda y que te ayude a mantener la armonía y el equilibrio entre cuerpo y mente.
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