Una foto antigua de su abuela Dolores a orillas del Mediterráneo vistiendo un bikini negro con tirantes de cadena dorada inspiró a la diseñadora Carla Muret a crear su firma de trajes de baño, Dolla. Esta parisina de 26 años especializada en gestión de empresas de moda y lujo trabajó durante tres años junto a Karla Otto, una de las publicistas más respetadas de la industria, antes de decidirse a arrancar su propio proyecto aprovechando las tardes después del trabajo. Dolla es una firma de bañadores y bikinis que, como el de su abuela, destacan por sus tirantes-joya. Lo que los hace aún más especiales es que todos son personalizables: las tiras son intercambiables y es posible lucir el mismo modelo con una fila de cuentas de colores recorriendo el hombro o sujeto por una cadena dorada como la de Dolores.
«Mi abuela nació en Andalucía, pero su familia salió de España a pie cuando ella tenía 7 años y llegó a Francia en 1939. Aquí se convirtió en aprendiz de peluquera y luego montó la peluquería más bonita de Lyon, toda una institución, antes de dirigir varias más. Ganó numerosos premios de alta costura y trabajó toda su vida para remediar la brutal infancia que tuvo a causa de la guerra», cuenta sobre ella la diseñadora. Ese referente junto al que se crio –»compartimos cama durante 7 años», apunta–, se convirtió también en germen e inspiración de una firma de moda que vio la luz en 2020. «El confinamiento me dio el tiempo necesario para acabar de perfilar el proyecto y, aunque era un momento delicado para lanzar una marca, no podía esperar más para enseñársela al mundo».
Hasta el momento, el best seller de la firma es el modelo que sirvió como germen de todo, el bikini bautizado como Dolores en color negro y combinado con los tirantes joya conocidos como Sevilla. «Cuando se me ocurrió mezclar trajes de baño y joyas pensé en hacer los tirantes desmontables por dos razones. La primera es que muchas personas son fieles a una silueta de bañador con la que se sienten cómodas, por lo que con este sistema lo pueden personalizar y darle un giro manteniendo el modelo que les gusta. La segunda razón es que hemos diseñado modelos básicos para construir un armario de esenciales y evitar el consumo excesivo de una temporada a otra. Si la clienta se cansa de la joya, siempre puede volver a poner los tirantes de tela», argumenta Muret. Para ella, las joyas son una buena forma de sentirse un poco más vestida cuando se está en traje de baño y jamás se las quita cuando va a la playa. «Además me parece que el oro queda genial bajo los rayos del sol, sobre la piel bronceada».
La diseñadora está al frente de la marca en solitario y, aunque confía la identidad visual o la comunicación a diferentes profesionales, es ella quien, con el apoyo de su madre, se encarga de todo lo demás: desde la creación de las colecciones hasta el envío de los pedidos. En su filosofía la sostenibilidad también tiene un papel primordial. Todas las prendas están confeccionadas en Econyl, un tejido de nylon fabricado con residuos de plástico recuperados de los océanos y de los vertederos. El resultado es un tejido de calidad excepcional capaz de garantizar la elasticidad y el buen aspecto de los trajes de baño, aunque estén sometidos a las altas temperaturas, el cloro, el sol, la sal o las cremas solares que suelen desgastar estas prendas. Los tirantes, por su lado, tienen un baño especial en oro y paladio que los hace aptos para el agua. Incluso han lanzado una colaboración con la marca de joyería Holi Editions, que ha diseñado para ellos un par de modelos a base de piedras semipreciosas.
Entre los próximos planes de Muret figura satisfacer los deseos de aquellas clientas que ya solicitan una línea de pareos y vestidos playeros –»estamos trabajando en ello de cara al verano de 2023″– y quién sabe si la apertura de su primera tienda física en París. «Es un plan a largo plazo, pero me gustaría tener un lugar donde la gente se pueda probar nuestros cientos de combinaciones de trajes de baño y tirantes». Un auténtico espacio Dolla. Un nombre que, por cierto, aúna los de sus dos «creadoras»: Dolores y Carla.
Fuente: Leer Artículo Completo