Tiene sentido que fuera Kate Moss, la chica larguirucha y escuálida que marcó el cambio en la era de las supermodelos quien pusiera de moda los vestidos espagueti en los 90. Aquellos cuyo corte tubo hacían languidecer aún más su silueta y cuyos delicados tirantes solo podían competir con la angostura de sus marcados huesos y las estrecheces de sus sandalias, tan evidentes en su afilado tacón como en las tiras del empeine.
Los mismos zapatos minimalistas de fiesta que recuperamos hace algunas temporadas aún no tienen previsto abandonar el armario de las que, no solo dominan, sino imponen las tendencias. Al menos hasta 2020, las sandalias de tiras finísimas seguirán desfilando por las calles de las principales capitales de la moda como lo han hecho por sus pasarelas: con calcetines.
Este giro inesperado sobre el manual de uso de las sandalias minimalistas supone el fin de la premisa menos es Moss y se acerca a una puesta en escena más barroca, más excéntrica, más deportiva y, en definitiva, más vanguardista que exigen los tiempos actuales. Una ecuación, la de sandalias + calcetines que viene avalada por Giambattista Valli (pero mucho antes por Miuccia Prada) con resultado 10 y en la en la que te intervienen tres variables clave →
Primero, la funcionalidad. Ni tiras que rozan, ni pies expuestos al frío.
Segundo, la estética. Los calcetines añaden una capa de expresión más al estilismo.
Tercero, la semiótica. Desde que la moda empezara a apropiarse del feísmo, los límites de lo hortera y los prejuicios de estilo se presentan más difusos que nunca. Lo que antes era de turistas sin gusto hoy es el epítome de la elegancia. ¿Y por qué no?
© Cortesía de inDigital
Tampoco es que el concepto sea nuevo. Es más llevamos desde 2017 asistiendo a la redención de esta tendencia a los ojos de las expertas y de las profanas. Se podría decir que hemos pasado del ¿Sandalias con calcetines? ¡No, jamás! al ¿Qué sandalias y qué calcetines? Y eso ya es un paso que las estilistas de Zara ahora llevan un poco más lejos al proponerlo también en conjuntos de fiesta.
Y es que hasta las doradas, las negras con taconazo e incluso las planas con pedrería, todas las sandalias de fiesta de Zara admiten calcetines, medias tupidas, cuando no combinan ambos.
. Con calcetines fantasía
© Getty images/ Cortesía de Zara
Los calcetines tatuaje como los que desfilaron por la pasarela de Giambattista Valli son quizá los más fáciles de combinar si mantienes la misma gama cromática. Delicados y femeninos como las propias sandalias, no resultan tan llamativos como unos blancos o de deporte.
· Con calcetines de lúrex
© Cortesía de Zara
Los más festivos y, por tanto, los más sencillos de llevar con sandalias y vestiditos negros. La misma regla aplica a los calcetines de lúrex y sandalias de tiras en otros colores, por ejemplo azul cerúleo o plateado.
· Con calcetines Y medias
© Carola de Armas/ Getty images/ Cortesía de Zara
El más-difícil-todavía. La inspiración estaría en aquellos calentadores ochenteros que amenazaron con volver en los dosmiles. Para miniminzar el riesgo apuesta por el color negro; si lo tuyo son las emociones fuertes, todo al dorado.
Todas las sandalias de fiesta (planas y de tacón) de Zara que admiten calcetines o medias para ser MÁS tendencia.
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