12 razones por las cuales deberías viajar a Uruguay

Uruguay no quiere que sus dos grandes vecinos, Argentina –que hará que te enamores de Buenos Aires por estas 10 razones gourmet– y Brasil, le hagan sombra a la hora de reivindicar su fantástica y variada oferta turística. De hecho, es precisamente su pequeño tamaño uno de sus grandes encantos, pues no es una misión imposible –o al menos muy complicada– llegar a recorrer buena parte del país durante unas vacaciones de una semana y lograr desconectar con estas claves –palabra de experto– durante ellas.

Historia, cultura, termas, estancias gauchas y más a precios muy accesibles para el bolsillo español nos esperan allí. También, y aunque suene a tópico, la población uruguaya destaca por su cercanía y por ser gente amistosa, sencilla y divertida, tal cual ya dejó ver al mundo su ex presidente José Mujica –por cierto, de nuevo en las noticias por formar parte del elenco de una película en la que interpretará al jefe de una banda de contrabando de marihuana–. Sin embargo, la buena imagen exterior del político –la cual ha sido muy criticada en su país–, junto a los problemas financieros que ha sufrido Argentina durante los últimos años y la violencia en Brasil han ejercido de tridente importante a la hora de proyectar a Uruguay como destino, tanto por méritos propios como demérito de los vecinos.

No obstante, basta con echar un vistazo a sus maravillas para decantarse por la orilla derecha del Mar del Plata: desde Montevideo, que destaca por ser la ciudad con mejor calidad de vida de América Latina, a la Rambla, el balneario desconocido de La Paloma, el Parque Nacional de Santa Teresa , las Grutas de Salamanca o la Colonia de Sacramento. Pero, Uruguay no sólo es conocido por sus emblemáticos paisajes sino que en lo que respecta a la gastronomía, el postre criollo, el asado que se prepara en parrillas de leña y las semillas de flores y de cacao que acompañan a sus platos no dejan indiferente a nadie.

Con estas razones, tenemos motivos más que suficientes para querer viajar a conocer el país. Pero si eres optas por unas ‘Staycation’, te contamos las ventajas de quedarte en casa estas vacaciones.

La capital de Uruguay fue elegida hace unos meses como la ciudad con mejor calidad de vida de toda América Latina.La consultora Mercer, encargada del ranking, alabó su calidad del aire, los accesos a los servicios públicos y la seguridad. Un paseo por Montevideo, por las calles angostas de la Ciudad Vieja, la Peatonal Sarandó o las avenidas como la del 18 de julio son imprescindibles. Hay que añadir el Teatro Solís, comprar en el mecado del Puerto o admirar los edificios de la Plaza de la Independencia.

No hay paseo comparable al de la Rambla de Montevideo, bordeando la costa del Río de la Plata. Esta avenida de más de 22 kilómetros de largo está considerada uno de los símbolos de la ciudad y se ha configurado como un espacio abierto en el que los locales no dudan en hacer ejercicio y disfrutar de las vistas del mar, e incluso de la pesca (en la Escollera Sarandí). Con prolongaciones que superan los 30 kilómetros, es de los mayores espacios peatonales de costa del mundo.

Esta pequeña ciudad levantada a no demasiada distancia de la capital es, sin duda, el centro neurálgico del turismo en Uruguay, y con motivo. Colonial y en un estado de conservación increíble, los amantes de la historia, pero también de los pequeños pueblos recoletos, tienen aquí todo un rincón a descubrir. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, sus calles de adoquines y casas de vivos colores (no solo la famosa Calle de los Suspiros), sus faroles y su faro, atraen cada día a cientos de personas.

En un polo opuesto, no en cuanto a bonito, sino a que se trata de un rincón moderno, lujoso, en sintonía con las tendencias internacionales del diseño, está Punta del Este, el rincón de la fiesta, la diversión, las compras, las mejores boutiques… Es, sin duda, la ciudad balneario más conocida de Sudamérica y no faltan los restaurantes exclusivos o las playas en las que darse un baño (La Mansa y La Brava, con olas que se corresponden con sus nombres).

No es Punta del Este la única ciudad playera, pero sí la más conocida. Tanto que ensombrece a La Paloma, un puerto en el departamento de Rocha que con 22 kilómetros de playas hermosas enamora al que lo visita. Aquí hay una mayor presencia de entornos naturales protegidos, de ahí que sea el lugar elegido para hacer rutas de senderismo. Muchas en torno a la Laguna de Rocha, Reserva de la Biosfera. Una de las estampas más bonitas es ver el atardecer en la playa de La Balconada.

Nunca un nombre con menos romanticismo alojó un lugar más hermoso. Se trata de un pequeño pueblo de pescadores y artesanos en el que las casas siguen siendo pequeños y pintorescos inmuebles de techo de paja, situadas a lo largo de la costa. Si se visita en verano, tendremos ante nosotros a un microcosmos de surfistas de todo el mundo. El resto del año, la calma y la paz son la tendencia. Cerca se encuentran paraísos como la Laguna Negra y no faltan bares tranquilos en cada calle.

El Parque Nacional Santa Teresa es una reserva natural en la que encontrar auténticas playas vírgenes, enmarcadas en bosques protegidos que no han visto la acción del hombre, así como jardines maravillosos. No es el único. El Parque Nacional de Cabo Polonio añade dunas de arena, pequeñas islas con lobos marinos e incluso un balneario escondido entre calles de arena y casas de madera, así como faro centenario que es, a la vez, un fantástico mirador.

Quien busque un retiro completo no lo tendrá fácil a la hora de elegir Uruguay porque son muchas las ciudades que han creado complejos muy interesantes en torno a las aguas termales. Paysandú, con una marina muy hermosa, cuenta con el acuífero Guaraní, que nutre a sus balnearios. Salto, por otro lado, es un municipio con las Termas del Daymán, las de agua a mayor temperatura del país, así como numerosos rincones históricos y grandes paseos marítimos.

No falta el dulce de leche o el asado, como buena región del Cono Sur, pero también Uruguay tiene sus particularidades, como, por ejemplo, el uso de semillas de cacao o de flores de cardo en algunos de sus platos (especialmente en el interior del país). Aquí el asado se prepara en parrillas de leña, y no solo de carbón como en Argentina. Después, nada como completar la comida con un Martín Fierro, un postre criollo que une queso y membrillo, o con dulces de guayaba.

Entre los meses de julio y noviembre, las cosas uruguayas son visitadas por numerosos cetáceos, que incluso son vistos a pie de costa, desde los paseos marítimos. Las ballenas prefieren las aguas cálidas y poco profundas del litoral, especialmente en los departamentos de Rocha y Maldonado entre agosto y octubre, de ahí que se pueda organizar una excursión para observarlas. La ballena franca austral, con 15 metros de largo, está en peligro de extinción, de ahí los planes de conservación.

No hay que equivocarse, el nombre no viene de la ciudad española, sino de la palabra salamanac en guaraní, que significa ‘sitio de rito oculto’. Y eso es lo que nos espera tras ascender a pie a un cerro, entre frondosa vegetación. Con 300 metros de largo y 4 de alto, es la más grande del país, con numerosos murciélagos en su interior y sede de numerosas leyendas de delincuentes y ladrones, botines escondidos e historias épicas. Una opción alejada de las playas en el Departamento de Maldonado.

Uruguay es también templo del tango, con grandes nombres como Carlos Gardel, Julio Sosa o Tita Merello, entre otros, como representantes. Al mismo tiempo, su carnaval es el más largo del mundo, con muchos desfiles y espectáculos desde finales de enero a mediados de marzo. Hay que añadir el Candombe, un conjunto de danzas de raíces africanas, con tambores y bailes que coinciden con las fiestas de Carnaval. Al igual que el tango, es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

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