Javier, o cómo el hermano pequeño hizo aún más grande a Antonio Banderas

A Francisco Javier Domínguez Bandera (Málaga, 1962) en casa le llamaban Chico, que para algo era el pequeño de los dos hijos que tuvieron José y Ana. Años más tarde, cuando su hermano mayor se convirtió en Antonio Banderas, la estrella de cine, él también perdió su apellido paterno por el camino y ganó el artístico aunque nunca se haya puesto delante de una cámara o subido a un escenario. Autoproclamado fan número 1 de su hermano, al que él sigue llamando José, como en casa, Javier Banderas ha sabido desde entonces desempeñar con naturalidad, discreción y sentido común un rol fundamental. En un momento en el que las obligaciones profesionales mantenían a Antonio en Hollywood, fue Javier quien ayudó a mantenerle conectado con Málaga, la ciudad a la que se ha mantenido fiel todo este tiempo.

Ya sea al frente de la Fundación Lágrimas y Favores, vinculada con la cofradía de Fusionadas de San Juan de la que los hermanos Banderas son mayordomos, o como administrador de las empresas de Antonio, Javier se ha convertido en su mano derecha. Gracias a esta gestión de su hombre de confianza, el actor ha podido centrarse en su carrera y abordar nuevos proyectos alejados de la interpretación con plenas garantías.

Graduado social y empresario, Javier ha sido también uno de los grandes apoyos de Antonio en lo personal. Él era quien velaba por la tranquilidad de su hermano en aquellos lejanos días en los que los paparazzi perseguían al actor y Melanie Griffith en sus primeras visitas a Marbella. O quien se encargaba de hacer de portavoz oficial para acallar rumores, mantener la estabilidad familiar o ejercer de nexo entre Málaga y Hollywood. También fue quien ha estado a su lado cuando Antonio tuvo una dolencia cardíaca.

Al margen de la de hermano, su faceta más conocida quizá sea la de regatista. Lleva más de dos décadas participando en la Copa del Rey de Vela, que ha ganado en cinco ocasiones con la embarcación que llevaba el nombre del actor. Este año la tripulación que comandó hasta la segunda posición de su categoría compitió como ‘Teatro Soho Caixabank’, para promocionar la última aventura en la que los hermanos Banderas se han unido. En ese nuevo teatro en el centro de Málaga, que se inauguró este otoño con un montaje de A Chorus Line en el que participa Antonio Banderas, Javier ejerce de administrador. Cuentan que le han ofrecido ir a Masterchef y Supervivientes, pero Javier no tiene intención de ser protagonista de nada.

"Desde que mi hermano se fue de Málana ha sido una persona muy luchadora", contaba esta noche Javier a Vanity Fair en la entrada a la gala que rinde homenaje a Antonio Banderas. "Este año, entre la apertura del Teatro Soho Caixabank, su trabajo en Dolor y gloria con Pedro Almodóvar y ahora este reconocimiento de Vanity Fair, se puede decir que está siendo la culminación de muchas cosas para él. Es un orgullo asistir a ese reconocimiento".

"Yo siempre he estado al otro lado, tanto en sus momentos buenos como menos buenos", comentaba. "Y lo más bontio es estar ahí para apoyarle y ser partícipe de las cosas bonitas que juntos estamos haciendo en Málaga".

"Y lo mejor de todo es que la relación entre nosotros sigue siendo la misma de cuando éramos niños. Para mí él sigue siendo Jose y él me llama siempre Chico".

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