- ‘La hija del embajador’ tiene nuevo horario en Nova
Menekse no soportaba la idea de que Melek viviera en su casa. Quería deshacerse de la hija de su marido o, por lo menos, hacer que todos dejasen de tratarla como si fuera una princesita. Pensó que los único niños que tenían derecho a heredar la fortuna de los Efeoglu son los que ella tuviera con Sancar en un futuro no muy lejano.
Así pues, ideó un plan para fastidiar la estancia de la pequeña en la casa. Menekse rompió su vestido de novia con unas tijeras y lo escondió debajo de la cama de su hijastra. Después, se las ingenió para que su suegra Halise descubriese la prenda totalmente destrozada y pensase que fue Melek quien cometió semejante barbaridad:“Esto no se puede quedar así”.
Halise regañó a su nieta. La niña se asustó al verse acusada de algo que no hizo y entra en un angustioso estado de shock. Sancar se preocupó porque su hija no mejoraba y decidió pedirle ayuda a exnovia. Nare llegó corriendo a la mansión y logró que Melek saliese de su trance. “Solo reacciona al sonido de mi voz”, explicó cuando la niña ya estaba mejor.
Nare quiso escaparse con su hija
A continuación, pidió quedarse a solas con ella. Cuando nadie podía escucharlas, Nare le explicó que esa misma noche se irían las dos juntas muy lejos y así Sancar no podría separarlas: “Tú encárgate de salir por una de las puertas y yo te estaré esperando en la entrada”.No obstante, el plan no resultó como tenían pensando, pues Efeoglu se quedó toda la noche vigilando a Melek y esta no pudo escaparse hasta el amanecer.
Nare la recogió cuando el sol ya había terminado de salir. Ambas estaban a punto de subirse al coche y marcharse, pero Sancar las descubrió y las detuvo. Entre ambos padres se armó una gran discusión que se paró cuando Güven inesperadamente hizo acto de presencia. Se llevó a Melek asegurando que él tiene su custodia.
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