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Jean Seberg, Audrey Hepburn, Mia Farrow o Twiggy. La lista de nombres de mujeres que hicieron historia en el mundo de la belleza es infinita, pero la que forma la enumeración de los rostros que se lanzaron con el atrevido corte de pelo pixie es un reducido registro que guarda parte de los nombres que todavía continúan siendo referentes en la actualidad.
Tras décadas de culto a la melena larga, el pelo pixie nació como símbolo de las garçonnes francesas, mujeres que reivindicaron sus derechos y la igualdad de género en los años 20 y 30 –un periodo de fuertes cambios y sobretodo incertidumbre– en Francia y fue evolucionando hasta convertirse en una de las tendencias de belleza más andróginas, modernas y revolucionarias cuyo legado continúa vivo hoy.
El pelo corto se asocia a la comodidad, a la seguridad y a la valentía. Es, asimismo, un tipo de corte por el que no apuestan muchas mujeres –de primeras– pero que una vez lo han probado, vuelven a cortárselo de la misma forma las próximas veces. Se trata de un corte cómodo –no solo para llevarlo sino también a la hora de lavarlo, secarlo y peinarlo– y que sienta, por norma general, bien a cualquier tipo de rostro.
En lo que respecta al peinado pixie, éste refleja la libertad que las personas buscan en su día a día –una realidad que se ha ido fortaleciendo como consecuencia de la pandemia– para reivindicar su propia identidad. Se trata, sin lugar a duda, de un cambio que podría considerarse como radical ya que pasar de llevar el pelo largo al corto supone romper con las viejas costumbres y/o tradiciones.
Tanto es así que si las pautas de belleza dictan que las melenas XXL son una de las corrientes más demandadas entre los reclamos que reciben cada día los hair stylist, su polo opuesto, el pelo pixie, regresa ahora para hacerle frente. Hay quien lo lleva en tonalidades llamativas o quien prefiere optar por tonos más suaves. Sea cual sea la opción que más te guste, te contamos cómo llevar el peinado de moda.
Los problemas que surgen con el pelo largo- escamación, acumulación de grasa o huecos inesperados- se aprecian más con un corte de pelo pixie. Para evitar que a primera vista se pueda visualizar alguno de estos problemas, deberás escoger con precisión productos y tratamientos de limpieza que te garanticen una salud óptima para tu cabeza.
Escoge mascarillas especiales, champús antiescamas o aceites que ayuden a tu cuero cabelludo.
El corte del pelo largo es más fácil de mantener que el corto. Cuando el pelo corto crece la apariencia muta rápidamente y tan solo un mechón puede llegar a arruinar tu peinado. Es más visible su cambio y, si el largo llega a una altura que no deseas, puede llegar a encontrarte en ese limbo de largura que tanto odiamos.
Un crecimiento no deseado, un remolino en un bad hair day o una capa inesperada. Si decides apostar por el pixie deberás acudir cada mes a la peluquería para retocar esas pequeñas imperfecciones que pueden derivar en grandes desastres.
Aceites, laca, gomina… Aunque algunos pueden dañar tu cabello, todo en su justa medida es recomendable. El pelo corto a menudo tiende a tener demasiado volumen por lo que para evitar el efecto casco deberás rebajarlo con productos especializados para ello.
Puedes jugar con flequillos de bebé, con rizos en la zona delantera de tu peinado y pedir consejos a tu peluquero para conocer cuál es la forma que mejor sienta a tu rostro.
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