Aunque Charlène de Mónaco volvía al principado después de seis meses en Sudáfrica, su camino hacia la recuperación total no ha terminado todavía. Prueba de ello es que el príncipe Alberto ha acudido a la inauguración del mercadillo de Navidad de Montecarlo junto a sus dos hijos, el príncipe Jacques y la princesa Gabriella, y con la ausencia de su esposa y madre de los pequeños.
Una no aparición que no ha sorprendido a nadie (aunque muchos esperaban una sorpresa navideña) debido a que la Casa Real monegasca ya hizo público en un comunicado que la princesa se retiraba de la vida pública un tiempo indefinido.
«El príncipe soberano y la princesa Charlène quieren hacer la siguiente información pública: sus altezas serenísimas han decidido que empieza un período de calma y descanso necesario para garantizar la mejor recuperación de la salud de la princesa Charlene. Teniendo en cuenta que ha luchado contra sus problemas de salud en los últimos meses, la Princesa está actualmente convaleciente y continuará haciéndolo durante las próximas semanas, dándole tiempo a recuperarse de un estado de profunda fatiga general. Proteger la comodidad y la privacidad es esencial para su recuperación, la ubicación de la princesa seguirá siendo estrictamente confidencial«.
Sin embargo, el príncipe Alberto no está solo y cuenta con el innegable apoyo de sus hermanas. En esta ocasión, ha sido la princesa Carolina de Mónaco la que ha estado a su lado como también lo han hecho Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo con sus hijos.
Unas fechas festivas que están siendo especialmente duras este año para el príncipe Alberto y para toda la familia real monegasca, quienes esperan que la princesa Charlène pueda estar recuperada lo antes posible.
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