Puede que haya llegado a tus oídos por el nombre de dermaplanning o peeling japonés, pero en definitiva, la última práctica de belleza que se está expandiendo como la pólvora por Internet consiste en rasurar el vello facial.
Hasta ahora esta técnica no se conocía en Europa entre féminas y su práctica era algo marginal y relegado a la intimidad, puesto que se consideraba un hábito adjudicado a los hombres y entre las mujeres estaba denostado. Pero las redes sociales han traído también la globalización de los rituales de belleza y lo que tradicionalmente estaba localizado en Oriente, ha llegado a al continente europeo produciendo un choque frontal con los principios que teníamos aprehendidos.
El rasurado facial tiene su origen en Asia, donde denominan a la técnica kao-sori (literalmente, rostro rasurado). Y la primera pregunta que nos surge desde nuestra cultura occidental es, ¿por qué lo hacen? Se trata de una técnica de exfoliación facial que elimina las células de la capa superficial de la piel, la suciedad acumulada y sí, también el vello. Quizás este sea el secreto por el que las mujeres orientales mantienen su piel siempre tan tan suave y homogénea.
Además de ellas existe otro referente en esta técnica, y esta vez es occidental: las actrices del Hollywood dorado ya ponían en práctica el afeitado facial, aunque en su caso la preocupación no era eliminar las células muertas de la piel, sino rasurar el vello facial que quedaba al descubierto en la cámara a la luz de los focos. Encontraron así la manera de que su piel fuera captada por la cámara como un manto suave y uniforme.
Pero no se trata de coger la cuchilla de afeitar que los hombres se pasan por la cara e imitarlos. Recuerda que nuestra piel bastante más fina que la de ellos y por tanto no se pueden utilizar las mismas herramientas. En las clínicas de belleza que han implementado ya esta técnica lo hacen con un escalpelo, pero en casa deberemos recurrir a las pequeñas cuchillas que existen en el mercado especializadas para este uso.
¿Cuáles son los beneficios?
Básicamente se concentra en el poder exfoliante ya descrito. Tras la práctica, la piel se queda más uniforme, lisa y luminosa. Por otro lado, la eliminación de células muertas permite que todos los cosméticos que pongamos se absorban mucho mejor. A esto se añade que esta textura más suave contribuye a que el fondo de maquillaje quede más liso. Además de estas ventajas no hay que olvidar que es otra opción complementaria al láser o la cera que se les plantea a las mujeres que tienen exceso de bello en esta zona debido a problemas hormonales en el caso de querer depilarse.
Aunque no es una práctica que en ningún caso vaya a suponer un daño para la salud, es cierto que a día de hoy contamos con técnicas más avanzadas para obtener los mismos resultados, que se resumen en una exfoliación facial. Por ejemplo, peelings químicos o exfoliaciones en cabina. Y hay que tener en cuenta que afeitarnos cuando hay imperfecciones como acné o verrugas puede suponer un riesgo de infección. Teniendo toda esta información, si finalmente decides hacerlo, ponte siempre después protector solar, como se debe hacer tras cualquier método de exfoliación.
¿Si me afeito me saldrá más vello?
Los dermatólogos no se cansan de responder esta pregunta y la respuesta siempre es no. La razón es que al rasurar no se toca la raíz del vello. Aunque podemos tener esta impresión porque el pelo se corta por la zona más gruesa y sigue su ciclo natural por ese punto, la estructura del pelo no se modifica. También puede dar la sensación de que esté más oscuro.
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