El mejor aliado o el peor enemigo. Desde que llegó a nuestras vidas, el smartphone ha logrado convertirse en un indispensable para gran parte de la sociedad. Tanto para el ámbito personal como profesional, cada vez son más lo que utilizan la capacidad de este dispositivo para su jornada laboral. «El 60% de los españoles, más de 17 millones, reconoce que lo primero y lo último que hace cada día es mirar su teléfono móvil«, afirma Silvia Fuentes Moreno, experta en Coaching e Inteligencia Emocional.
Recurrimos a él para absolutamente todo, desde acceder a las noticias del día a día, consultar nuestras redes sociales o realizar una operación bancaria, lo que supone pasar horas y horas frente a la pantalla. «El 44% de las personas entre 18 y 24 años hace un uso diario de más de 6 horas y media«, alerta Fuentes tomando como referencia los datos de nuestro país, el «más adicto» según los datos del INE.
Casi todas las personas son más o menos conscientes de su adicción
Lejos de lo que podríamos creer, este problema no afecta únicamente a los más jóvenes ya que son muchos los mayores de edad que asumen su adicción al móvil, cerca del 25%. «Casi todas las personas son más o menos conscientes de su adicción, lo que ocurre es que no saben las consecuencias de padecerla. Creen que no pasa nada», resalta la experta. No dormir, poca concentración, pérdida de vista y de atención, estrés… ¿Te suena?
La baja autoestima, la culpa, malas relaciones familiares o en el ámbito personal… son algunas de las causas que más se repiten entre quienes utilizan de forma excesiva Internet, según afirma la propia Fuentes Moreno.
Pautas para superar esta adicción
La propia experta en coach apunta a técnicas de inteligencia emocional y mindfulness para lograr el objetivo y dejar de lado el teléfono por unas horas. «Hay que trabajar de un modo u otro para encontrar la manera en la que esa persona aprenda a gestionarse y equilibrarse», explica.
Para ello, Fuentes Moreno diferencia por edades, mientras a los bebés les prohíbe el uso de teléfonos móviles, a los niños (mayores de 3 años) les establece límites, sobre todo en momentos determinados como las comidas o el tiempo en familia. En cuanto a adultos, la experta apunta algunas pautas:
Fuente: Leer Artículo Completo
