Antonio Díaz, Mago Pop: ‘‘Yo no me imagino retirándome mayor’’

Fue una sorpresa muy agradable encontrarme cara a cara con Antonio Díaz y, a la vez con su personaje el Mago Pop, que llegó a nuestra cita despojado de toda vanidad y de los ropajes que suelen lucir quienes se han alzado con el éxito. Tímido y humilde, como es Antonio, su verdadero nombre, le apasiona hablar de su trabajo, de la magia, con la que ha conseguido batir todos los récords de taquilla y público en el mundo, en un año tan complicado como el de la pandemia.

Antonio Díaz es un joven que, a sus 35 años, ha logrado lo que para muchos no deja de ser un sueño imposible, tener su propio teatro, el Victoria de Barcelona, además de triunfar durante años en el canal Discovery, donde recibió la visita del físico Stephen Hawking. Recientemente ha fichado por Netflix y ahora está de vuelta en Madrid, en el Teatro Nuevo Apolo, donde permanecerá hasta el próximo verano, que dará su esperado salto a Broadway.

¿Cómo consigue tener récord de público en el mundo el año de la pandemia?

Es sorprendente, no solo por lo que hemos pasado, sino porque estamos disfrutando un montón, viendo a varias generaciones de espectadores. Un público que de pronto ves que se funden en un abrazo los abuelos con los padres y los nietos.

¿Cree que la magia nos devuelve a la infancia?

Da igual la edad que tengas, ya que la infancia es una época de la vida en la que todo es posible.

Empezó muy joven.

Viendo un juego de magia en televisión. Dice mi madre que entré en shock y que estuve todo el día practicando con un peine, monedas y cartas. Tenía cinco o seis años cuando hacía mis espectáculos en el comedor de mi casa, donde reunía a mis amigos y vecinos.

¿Cómo prepara sus espectáculos?

Durante muchos años dedicando muchas horas a algo que puede parecer absurdo y que consiste en buscar las vueltas a las cosas. Ahora tengo la suerte de contar con un equipazo. Somos muchísima gente, de primer nivel mundial, de los que me gusta presumir porque es lo que nos permite hacer juegos de magia increíbles.

¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de hacer dentro del mundo de la magia?

Lo más fácil es hacer la función, actuar, salir al escenario porque es lo que llevo haciendo toda la vida y lo que más me gusta. Esa es digamos la punta del iceberg, lo que se ve; después está todo lo que no ve el público, que es la parte empresarial, en la que hay que tomar decisiones. Es algo que he tenido que ir aprendiendo con los años y que hoy en día me gusta.

¿Cómo selecciona los juegos?

Me gusta mucho imaginar cuál será la reacción del público ante algo que pueda suceder. Me gusta buscar la música, pensar la iluminación, hacer el dibujo de cómo va a quedar, para después llevarlo a la práctica. En mi nuevo espectáculo hay un juego redondo, que lo llevamos preparando desde hace cuatro años en silencio y en secreto.

Dio el salto con Buenafuente.

Fue un día muy bonito porque a mí la televisión me cuesta. Intento salir poco por guardar el misterio y porque creo que la magia en televisión es muy complicada, quienes la están viendo desde su casa piensan que son trucos de cámara.

¿Y no lo son?

No. El programa de Buenafuente para mí fue muy especial, no solo porque le admiro, sino porque le seguía desde que era un adolescente, incluso entonces ensayaba que él me entrevistaba.

¿La magia tiene un idioma propio?

Tiene un idioma universal que todo el mundo entiende y sin prejuicios. Ahora vivimos en una época en la que tienes que medir las palabras para no ofender a nadie, pero en magia eso no pasa porque es blanca. Nada de lo que haces lo prejuzgan.

¿Cómo gestiona el éxito?

Tengo la suerte de tener una familia y un entorno fantástico, muy sano, con mucho sentido del humor, ya que el humor es súper terapéutico. Saber reírse de sí mismo y no darte importancia, porque a veces los focos te deslumbran, es muy sano.

¿Los aplausos emborrachan?

No creo. Para mí forman parte de mi día a día. A veces lo pienso, llevamos siete años en los que no ha habido nunca una butaca vacía en los teatros donde he actuado y hacemos 400 shows al año en teatros con mil personas, es un privilegio lo que me está sucediendo. Quiero estar preparado para el día que eso deje de suceder, porque es ley de vida, es la razón por la que cada día que salgo y veo que está todo lleno me pongo muy contento.

Tener teatro propio es el sueño de todos los artistas.

Recuerdo que siendo un niño cuando iba al teatro pensaba: cómo me gustaría que este espacio fuese mío, porque para mí, para la magia, poder trabajar, preparar las cositas, en un espacio propio, es alucinante.

¿Cómo surgió la idea de comprarlo?

Fue hace muchos años, pero que surgiera la oportunidad era más difícil, porque para adquirirlo se tenían que dar muchos factores. Lo primero tener una empresa lo suficientemente grande como para hacer una inversión tan importante como la que he hecho al comprar el Teatro Victoria de Barcelona.

¿Cuánta gente trabaja con usted?

Unas cien personas de todas las edades, todos grandes profesionales, es por lo que me siento un privilegiado yendo cada día a trabajar.

¿Le gustaría tener su propia escuela donde enseñar lo que sabe?

Todo eso forma parte del mapa de cosas que quiero hacer cuando me retire. La formación me encanta, ahora no me lo puedo plantear, pero en un futuro sí pienso hacerlo.

¿Para hacer magia hay que tener determinadas actitudes?

Hay escuelas donde se aprende, lo que ocurre es que la magia requiere de mucha soledad, de muchas horas de mí peleándome con un objeto. La formación es importante, pero yo aprendí de los libros porque entonces no había Youtube y me encanta leer; aconsejaría a quienes deseen dedicarse a esto, que hay muchos libros donde aprender.

Tamariz es su ídolo.

Sin lugar a dudas. Él forma parte de otro rango de la magia. Tamariz es la magia de cerca, con ese carisma y encanto que tiene. En cambio, lo mío se parece más a lo que hace Copperfield que a Tamariz. Durante muchos años yo estudiaba a Tamariz porque muchos nos hemos dedicado a esto por él. Le admiro por esa fuerza y vitalidad que tiene y que me parece alucinante.

¿Hasta qué edad se ve actuando?

Yo no me imagino retirándome mayor, no podría decirte a qué edad, pero mayor no. Mi deseo es darlo todo en los próximos años, retirarme, y hacer otras cosas que me apetece hacer.

¿Como qué?

Me gustaría dirigir, producir musicales, grandes espectáculos porque el mundo de las artes escénicas me encanta.

Si le dicen que ganaría en espectadores a “El Rey León”, ¿pensaría que es una broma?

Es una barbaridad. Para motivar a mi equipo siempre les pongo como referentes a otros musicales, porque tenemos que ir a todo tipo de público, tanto a nivel de publicidad como de comunicación. Que ellos ponen carteles en los autobuses, nosotros también, y “El Rey León” es uno de los mejores musicales del mundo.

En España no había tradición de los musicales y ahora arrasan.

Es un boom que no tiene más de diez o doce años en España, un éxito que se debe a que hay varias productoras que lo han hecho muy bien. Y a raíz de eso, se ha desencadenado un fenómeno musical importante. Y en cuanto a la magia, había un lugar para la magia de cerca, pero no como gran espectáculo.

¿Tiene tiempo para divertirse?

Sí, a mí me encanta salir con mis amigos, ir a tomar algo, ahora que se puede, me encanta el cine, el teatro, ir a conciertos. Me encanta comer, yo estaría todo el día comiendo.

¿Cómo y donde ha pasado la pandemia?

Los primeros días los pasé preocupado porque todo era muy inquietante, yo acababa de hacer la inversión del teatro y, de pronto, se cierra todo y no puedes hacer planes, como le pasó a la mayoría de la gente.

¿Llegó a sentir miedo?

Sobre todo por el equipo, ya que yo siempre pienso más en la gente que en mí, pero tuvimos la suerte de que teníamos tantas entradas vendidas de preventa, que lo que hicimos entre todos fue intentar conservar.

¿Conservar qué?

A quienes habían comprado esas entradas. ¿Qué hicimos? Llamarles a todos, para decirles que si querían les devolvíamos el dinero, y así lo hicimos con el 1%, porque la mayoría, unas 80.000 dijeron que esperaban. Hay gente que ha venido al teatro un año y medio después.

Eso es fidelidad.

En los momentos difíciles la gente saca lo mejor, y en este caso así fue.

¿Qué hizo durante esos meses?

Un viaje interior muy importante, porque me he dado cuenta de lo que es importante y de lo que no lo es. Ha sido una experiencia muy positiva.

Stephen Hawking era muy fan suyo.

Para mí representa una de las mentes más brillantes de la humanidad. Es una historia de superación por todo lo que ha sufrido y es increíble lo que nos han enseñado sus descubrimientos. Hablar con él fue una de las experiencias más fascinantes de mi vida.

¿Qué le dijo?

Que no podía entender lo que hago, y que es muy fan mío. Imagínate.

¿Y usted a él?

Que si no lo entendía él no lo podía entender nadie. He tenido la suerte de conocer a personas que admiro muchísimo y que les gusta lo que hago, como Javier Bardem y Arnold Schwarzenegger, que es uno de los embajadores de mi teatro, donde tiene una butaca con su nombre. También ha venido Messi.

¿Messi?

Sí, nosotros tenemos una salita en el teatro donde recibimos a la gente. Y cuando vino Messi, los de mi equipo se reían porque, según me dijeron después: Messi te mira como si fueras Messi.

Tiene una placa en la Gran Vía.

Eso para mí es increíble, porque es la avenida más importante de los teatros de España; generalmente cuando eso ocurre es cuando ya te retiras. La pusieron cuando era muy jovencito y me hace mucha ilusión verla.

¿Qué le dicen sus padres?

Imagínate, son mayores, se han jubilado, y disfrutan con todo lo que hago. Tengo dos hermanos, mi hermano es médico y mi hermana fisioterapeuta, nada que ver con lo mío. Ellos son mis mejores amigos, mis consejeros. Y a mis padres, ahora que he estado casi dos años en Barcelona, les he visto mucho. Cada vez que van a verme es como si fuera la primera vez, lo disfrutan mucho.

El Mago Pop muestra su foto favorita

“Me gusta esta foto porque me la hice el día que compré el Teatro Victoria de Barcelona y estaba muy emocionado”.

¿Quién es el Mago Pop?

Nació en Badía del Vallés, Barcelona, el 9 de julio de 1986.

Trayectoria: Comienza a trabajar a los 17 años. En 2013 se estrena en Discovery Max, donde tuvo un invitado muy especial, el físico Stephen Hawking. A finales de 2014 estrena espectáculo en el Teatro Rialto de la Gran Vía madrileña y durante 8 semanas agota todas las entradas. Éxito que repite en el Coliseum de Barcelona, y más tarde en el Teatro Calderón de Madrid, donde ponen su nombre a uno de los palcos, por superar los 130.000 espectadores en una temporada. En 2017 vuelve a Madrid con “Nada es Imposible”, su nuevo espectáculo, que se convierte en el más visto en la historia de España, superando a “El Rey León”.

Empresario: En marzo de 2019 compra el Teatro Victoria de Barcelona por unos 30 millones de euros.

Nuevos proyectos: En marzo de este año decide fichar por Netflix. Sus programas ya se ven en 150 países. Ahora ha vuelto a Madrid, al Teatro Nuevo Apolo, con un espectáculo que permanecerá hasta verano.

El Mago Pop da breves respuestas a grandes preguntas

¿Utiliza la magia para ligar?No, no, soy muy soso.

¿Amigos? Los de siempre, son los que tiran.

Ayudante de fotógrafo: Idoia Vitas. Entrevista realizada en el hotel Aloft Madrid Gran Vía.Calle de Jacometrezo, 4, 28013 Madrid.

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