El 18 de octubre se celebra el Día Mundial de la Menopausia, una etapa que afecta a las mujeres en el ciclo maduro de su vida y que, según Laura Pajares y Olga Rossell, profesoras colaboradoras de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya, puede llevar a aprendizajes y descubrimientos increíbles.
La menopausia es, tal y como afirman Pajares y Rossell, «la etapa de la vida de la mujer caracterizada por el cese de los periodos menstruales y por la reducción de las principales hormonas femeninas: los estrógenos y la progesterona». Un proceso que según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) comienza a los 51.4 años. Pero sabemos que en esta etapa, aceptar el cambio es esencial. La menopausia, además de ser un proceso que experimentan millones de mujeres alrededor del mundo, trae consigo síntomas que en ocasiones resultan difíciles de mitigar, entre los que destacan el aumento de la sudoración, los sofocos, la falta de energía, la piel seca y el cansancio. “En el aspecto psicológico, los más habituales son un estado de ánimo bajo y depresión; ansiedad, irritabilidad, pérdida de la libido, nerviosismo y estrés”, señala Rossell. Sin embargo, estos síntomas no se experimentan de la misma manera e intensidad en todas las mujeres, y de hecho, hay un 25% de mujeres que no desarrollan síntomas, apunta la AEEM. No obstante, existen varias pautas, desde el punto de vista de la psiconutrición, que pueden ayudar a aliviar los síntomas y que hacen más sencilla la adaptación que conllevan los cambios que traen consigo la menopausia.
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