Inés Domecq es, por méritos propios, una de las mujeres más elegantes del país. Sus apariciones públicas son contadas pero en todas ellas siempre acierta con su look. Y este fin de semana lo ha vuelto a hacer. Inés fue una de las invitadas en la boda jerezana de Claudia Osborne y José Entrecanales. Un enlace en el que Inés apostó por los clásicos lunares para ser la mejor inspiración para las invitadas de otoño.
La aristócrata (que está casada con Javier Martínez de Irujo, nieto de la duquesa de Alba) volvió a ser la mejor embajadora de su firma de moda, The IQ Collection, y escogió para la ocasión el vestido Loretto, uno de los diseños de la nueva colección de Invitada de invierno que aún no está a la venta.
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Se trata de un diseño en blanco y negro con estampado de lunares, de cuerpo ajustado, manga francesa y falda ligeramente evasé. Las dos claves del vestido están en el contraste de colores entre el cuerpo y la falda (la parte superior en blanco con lunares negros, y la falda a la inversa) y en el volante que recorre el cuerpo en forma de V, marcando la silueta y aportando volumen en los hombros.
Una silueta especialmente favorecedora que Inés Domecq ha combinado con unas sandalias negras de tiras finas con pulsera al tobillo y un bolso bombonera de crochet. Con el pelo suelto y unos pendientes tamaño XL con forma de corazón y con una perla, Inés vuelve a demostrar que los lunares son una de las apuestas infalibles para las invitadas.
Esta no es la primera ocasión que la diseñadora apuesta por este estampado para triunfar como invitada. Entre sus looks más recordados está el vestido camisero blanco con lunares negro y el vestido de lunares sobre fondo azul.
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Tres looks que confirman que el estampado de lunares nunca pasa de moda y es garantía de elegancia en cualquier ocasión.
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