Alberto Moreno fichó por el Liverpool el 12 de agosto de 2014. El Sevilla, club donde se había formado, cobró 15 millones de euros del equipo inglés. Diez meses antes, el entonces seleccionador nacional Vicente del Bosque convocó al lateral izquierdo de 21 años para los últimos partidos de clasificación del Mundial de Brasil. Debutó como titular con victoria por 2 a 0 frente a Georgia.
Por esa época yo era un pizpireto periodista que publicaba piezas casi a diario en la versión online de la revista GQ. Tratando de ser muy prolífico, buscaba una marca personal a pesar de lo convencional de mi nombre y mi apellido. Qué suerte llamarse Ángeles Caballero, Sabina Urraca o Manuel Jabois. Son firmas con las que la gente se queda. “Por lo menos no me llamo José García”, trataba de autoconsolarme.
Cuanto mejor le iba al Alberto Moreno futbolista —cuyo nombre artístico era así de largo porque Alberto quedaba muy desnudo y Moreno muy descriptivo— peor le iba a mi autoestima. Me iba desintegrando como en un cuento de Boris Vian, como Marty McFly en aquella foto vintage cuando sus padres están a punto de no conocerse en el baile de graduación. Un día de 2013 que empecé a verle las orejas al lobo llamé al departamento de comunicación del Sevilla y les pedí una entrevista con el chaval. “Me gustaría explicarle lo que me pasa y contarlo en una pieza que se titulará Cómo Alberto Moreno me robó todo el SEO”. “Nosotros no hacemos ese tipo de cosas”, me respondió el dircom de la época antes de colgarme muy educado.
De vez en cuando me encuentro con desagradables wasaps que me mandan algunos amigos: “No sabía que fueras actor”, escriben debajo de la foto de un cartel de la Gran Vía en la que el Alberto Moreno actor posa enfurruñado junto a otra señora anunciando la obra Pasaporte a Nueva York. Lo siguiente que me ponen es el emoticono ese que ríe y llora al mismo tiempo. Es la traslación al lenguaje 3.0 del que se ha hecho mucha gracia a sí mismo.
Peor fue cuando hace un mes me puse a buscar en Google un artículo sobre superhéroes que escribí hace tiempo y al cruzar las palabras “Alberto Moreno + Flash + Cultura” me topé con la reseña de un libro llamado Retroverso cuya entradilla, publicada en el diario El Mundo, decía así: “Un libro del escritor Alberto Moreno permite a una editorial española recuperar las aventuras del personaje clásico de ciencia ficción totalmente renovado para lectores actuales”. ¿Por qué no puede suceder como en las películas policiacas estadounidenses, donde siguen la pista de John Doe y solo existe uno en las páginas amarillas?
Si ya no iba a ser el futbolista más conocido de entre los que llevan mi nombre y mis pinitos teatrales palidecerían frente a los del Alberto Moreno actor, ¿dónde estaba mi trocito de tarta en el territorio de la escritura? Esa cuota de casito sí que me interesaba. Adoro que se hagan cosas increíbles en mi nombre pero me gustaría mucho ser yo el que las ejecutara de vez en cuando. Todo esto no era más que una rabieta de puro ego que no me sumaba pero tampoco me perjudicaba.
…hasta el miércoles pasado, en que la jornada futbolística de Champions marcó un punto y aparte. Por si habíais perdido la pista al Alberto Moreno futbolista con todos los Albertos Morenos renacentistas que acabo de enumerar, tengo que decir que las cosas le siguen yendo bastante bien. Y que sus redes sociales no tienen el naming más instintivo del mundo (@18albertomp), al contrario que las mías. Porque el otro día, después de que su equipo actual, el Villarreal, cayera por 2-0 con gol de Cristiano Ronaldo en el descuento, los fans del Manchester United comenzaron a cebarse con él… en mis cuentas de Twitter e Instagram a falta de otras mejores. Yo, que en fútbol no ando muy actualizado, consulté rápido el periódico para ver qué había hecho la criatura cuando me desperté con el móvil petado de menciones en las que muchísimos ingleses me increpaban “Get out” con amargura.
Para entender el cuadro completo hay que retroceder al 26 de mayo, cuando el Villarreal se impuso en la tanda de penalties al todopoderoso United con gol de Moreno al cuarto disparo. Fue un tanto que valió su primera Europa League al equipo castellonense, un hito mayúsculo que solo tuvo un borrón: el vídeo viral en que el Alberto Moreno que más goles mete en España se grabó con un muy cerrado acento de Liverpool sugiriendo a los simpatizantes del Manchester United que se fueran (“¡Get out!, ¡Get Out!”) antes de prorrumpir en una carcajada diabólica.
Quizá es fácil empatizar con aquella euforia después de tanta adrenalina procesada, pero en una entrevista concedida al Marca horas antes de cruzarse con el mismo equipo —esta vez en los primeros compases de la Champions del curso presente— quiso pedir disculpas.
¿Le recibirán de uñas en Old Trafford, por aquel ‘Manchester, get out’ [Manchester, fuera] en su celebración de la Europa League?
Me acordé mucho del Liverpool porque lo llevo en el corazón, igual que del Sevilla. Pero esa expresión que se hizo tan viral no quiero que se interprete como que yo odio al United. Fue fruto del éxtasis del momento. Porque te ves en un club humilde de una ciudad humilde, que nunca había llegado a una final. Y ganarle a un Manchester United de esa manera en los penaltis… estaba en una nube. Pero no era nada de desprecio, ni de odio. Es más, tengo amigos y compañeros con los que he estado en la selección. Con De Gea, en la sub 21, con Mata en la absoluta. En ningún momento fue malintencionado.
Pocas horas después de sus juiciosas declaraciones, Cristiano Ronaldo redondeaba el 2-1 a favor del United. Y entonces la tomaron conmigo, o sea con él, pero a través de mí. Acabo de borrar el último retrato mío que tenía colgado en Instagram. Contaba aún con 20 burlas que sumar a las más de 30 que eliminé el jueves por la mañana. Eso aparte de los privados que no lee mi madre. Uno de ellos, escrito en turco, decía que harían cosas malas a mi familia. Solo uno de los hooligans llegó a pedirme perdón por su desmesurada reacción: “Quiero disculparme señor, no quería etiquetarlo señor, lo etiqueté por error. Por favor señor perdóneme. Realmente lo siento mucho y me siento triste”.
Alberto Moreno chuta el balón mejor que yo y también es mejor actor que yo. Tengo que leerme ese libro de Alberto Moreno para saber si el Alberto Moreno escritor cuenta mejores historias que las mías. En lo puede ganarme ninguno de ellos es en el título honorífico de "mejor Alberto Moreno punching ball". En eso soy imbatible.
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