Blanca y radiante. Así es como aparecía Meghan Markle (de la mano de su marido, el príncipe Harry) sobre el escenario de la gala solidaria Global Citizen Live que se ha celebrado en Nueva York. Siguiendo con la estela de causas solidarias en la que los duques de Sussex se embarcaron desde su salida como miembros senior de la Casa Real Británica, ambos han dado un discurso sobre la importancia del acceso a las vacunas contra la Covid-19 en dicho evento.
Para la ocasión, Meghan Markle ha dejado claro que no hacen falta grandes diseños vanguardistas para triunfar, sino elegir piezas que aúnen tradición y un toque de fantasía. De ahí que la duquesa de Sussex se haya decantando por lucir un minivestido blanco con detalles joya de la firma Valentino. Un diseño que nos ha parecido una maravilla, sobre todo para aquellas novias que deseen lucir en su gran día una pieza original y con un toque vintage.
Una pieza de la nueva colección de la firma que se encuentra a la venta y que, como decíamos anteriormente, puede ser el vestido de novia ideal para las chicas que buscan un toque un poco más casual al día de su boda.
Meghan Markle remató su look subiéndose a unos salones negros satinados de Manolo Blahnik. Pero lo que sin duda volvió a llamar la atención es que la duquesa de Sussex no se separa del reloj de Cartier que perteneció a la princesa Diana de Gales y que se ha convertido en una de sus joyas preferidas. Junto a él lució el brazalete Love, también de Cartier, y el anillo Snowflake de la firma Birks. En cuanto a los pendientes, se decantó por unos de diamantes, el modelo Galanterie, de nuevo, de Cartier.
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