- Isabel Pantoja, Andrés Pajares, Isabel Preysler… y todas las verdades piadosas de Jesús Mariñas.
Todos se preguntan qué provocó el cólico nefrítico de Ainhoa Arteta. El tema está en todas las bocas, en este caso prima el corazón sobre lo musical. Ella soñaba con llegar a ser una nueva Montserrat Caballé. No pasó de la pretensión, porque aunque joven, atractiva, con buena voz voluntariosa y valiente, le faltaba el toque de gracia. Carecía del toque de gracia para ser tan única como sus ejemplos a no seguir. Durante años dejó de ser pareja artística de Plácido Domingo, molesta porque el tenor y cantando a dúo él sostuvo una nota más alta que ella. Así se perdió una pareja que consideraban única. Resultó una frustración inesperada resultado del divismo porque individualmente no rendían como cantando juntos, siempre muy compenetrados y el uno pendiente y casi dependiente de la otra. Quedaron en desaprovechada expectativa que prometía. Encantaba y producía entusiasmo dado el físico de ella que conquistaba con solo su presencia arrebatadora. Entonces cantaba con el corazón.
Ainhoa se recupera ahora en Bilbao y todo son buenas impresiones, porque su salud funciona y vuelve a lo de siempre prodigándole esperanzas, ilusión y ganas de volver a los escenarios, que es la máxima ilusión y también la necesidad de quien se considera artista que, de entrada, conquistaba con su físico y luego, cantando, arrebataba y ponía de pie. Hay buenas perspectivas de que mejore y vuelva a ser ella la encandiladora. Si acaso dándole tiempo, reposo y tranquilidad. De momento, ha dejado un hueco irrellenable por colegas actuales y a falta de noticias musicales, ahora resucitan su larga y azarosa vida amorosa, sin duda más pródiga, curiosa, no sé si también divertida.
Pero es motivo que vale y se esgrime para cuestionar su tan irregular vida sentimental, que casi siempre opacó y oscureció tan prometedora carrera. Se ha casado cuatro veces, su primer matrimonio con su primer novio de Tolosa, su segundo matrimonio conDwayne Croft, el tercero con Jesús Garmendia, el cuarto ‘sí quiero’ se lo dio a Matías Urrea, ex militar del que se está separando. Será la definitiva poniendo punto final a una vida amorosa inestable y que no supo manejar, decían de ella o más bien maldecían que era controladora y manipulaba sus relaciones. El jinete guipuzcoano, Jesús Garmendia, fue su pareja más larga y duró nada menos que once años. Tras cinco años unidos, nació su hijo Iker. Finalmente, se casaron en Fuenterrabía pero historia sentimental tanprometedora no duró mucho. Él remató la curiosidad argumentando que «por respeto a mi hijo no voy a hablar». Lo dijo y mantuvo. Y aún sigue así, menudo carácter. Seguiremos esperando su desplante o réplica justificadora.
Ha tenido cuatro matrimonios
Ainhoa se casó por primera vez con su novio de toda la vida de Tolosa y se separó en 1994. Después le dio el ‘sí’, de izquierda a derecha, al barítono Dwayne Croft, con quien tuvo a su hija Sarah y con el que rompió en 2003. En 2005, el jinete guipuzcoano Jesús Garmendia Echevarría, con quien tuvo a su hijo Iker y con quien rompió en 2016. En 2019 se casaba con Matías Urrea, militar del que se acaba de separar.
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