Se hizo famosa cuando era solo una niña y eso, tal y como ella misma explica, le ha pasado factura. A sus 29 años, Selena Gomez nunca ha negado que si hay una causa que le preocupa especialmente esa es la relacionada con la salud mental. Por ese motivo, y desde hace años, ha usado su popularidad para concienciar a la gente de lo importante que es estar sano, no solo por fuera, sino también por dentro.
Esta semana la actriz vuelve a ser noticia porque estrena en Disney + su nueva serie, ‘Only murders in the building’, una mezcla de comedia y misterio y en la que da vida a una veinteañera con un instinto muy sofisticado a la hora de investigar crímenes. Y ha sido durante la presentación oficial donde Selena ha vuelto a darnos otra lección más sobre lo importante que es tener la autoestima alta y no dejarse llevar por el qué dirán.
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«Renuncié a mi vida en favor de Disney siendo muy joven, y no sabía lo que estaba haciendo. Simplemente, me dedicaba a correr por el set de rodaje», señaló Selena, que solo tenía 15 años cuando se hizo famosa gracias a la serie ‘Los Magos de Waverly Place’. De ahí que recomiende ir poco a poco en la vida y no querer abarcar todo cuando eres solo una adolescente como ella.
Y es que no es la única. Otras actrices como Lindsay Lohan, Miley Cyrus o Demi Lovato saben lo que es convertirse en una estrella mundial y ser millonario sin ni quiera haber cumplido la mayoría de edad y las consecuencias que ello causa en su salud mental.
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Una salud mental que le llevó a Selena a dejar a un lado su presencia en las redes sociales, donde en la actualidad cuenta con más de 200 millones de seguidores, en varias ocasiones. La última fue en 2020, cuando la actriz explicó que lo hizo a raíz de la pandemia del coronavirus porque le parecía insensible «publicar cosas felices o de celebración cuando había gente muriendo y pasándolo mal en todo el mundo».
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En 2020, durante una charla vía Instagram con Miley Cyrus, Selena confesó que padecía trastorno bipolar y que la clave para tranquilizarse y no tener miedo cuando se lo diagnosticaron fue informarse sobre ello. También, a principios de 2018 y tras cancelar su gira ‘Revival’, la cantante ingresó durante varias semanas en un centro psiquiátrico con el objetivo de resolver sus problemas de depresión y ansiedad. Que alguien tan famoso como ella se convierta en el altavoz de este tipo de enfermedades mentales y le quite el estigma que les acompaña es, sin duda, impagable.
Como lo es también mostrar al mundo, tal y como hizo en 2017, la cicatriz de su trasplante de riñón, que había recibido de una amiga íntima, para luchar contra el lupus que padece. En el texto que acompaña a una foto publicada en Instagram, Gomez, vestida con un traje de baño azul, explicaba que, al principio, le resultaba difícil mostrar su cicatriz pero que «ahora, más que nunca, me siento segura de quién soy y de lo que pasé… y estoy orgullosa de eso».
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Selena Gomez reconoce que los estándares de belleza han dañado su salud mental y por eso, su particular lucha pasa por cambiar el discurso de una industria que no trata a todas las mujeres por igual. De eso va en cierto modo su línea de belleza, Rare Beauty, de la que la artista ha dicho en más de una ocasión que ha fundado porque «la sociedad nos está diciendo constantemente que no somos lo suficiente y yo he querido eliminar ese exceso de presión e iniciar un debate constructivo sobre el tema».
Unos consejos que, viniendo de alguien como Selena, son, sin ninguna duda, necesarios y bienvenidos.
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