Los tulipanes son un símbolo de unión y amistad entre Holanda y Canadá, desde la II Guerra Mundial. Al inicio del conflicto, Alemania intentó ocupar los Países Bajos y lo consiguió en tan solo una semana. La familia real holandesa se vio obligada a huir hasta Reino Unido para refugiarse, pero tampoco era un lugar seguro. La decisión de la reina Guillermina fue quedarse, mientras enviaba a su hija Juliana y a su nieta Beatriz a Canadá.
La segunda hija de Juliana, la princesa Margarita, nació en un hospital de Canadá el 19 de enero de 1943, algo que la habría excluido de la línea de sucesión al trono. Sin embargo, Canadá tomó cartas en el asunto y declaró el barrio en el que se encontraba el hospital como zona extraterritorial de Canadá. De esta forma, la princesa pudo obtener la nacionalidad holandesa por parte de madre al nacer en territorio internacional. De la misma forma que el resto de niños canadienses que nacieron en el hospital pudieron mantener su nacionalidad.
La princesa Margarita fue recibida con repique de campanas en el ayuntamiento de Ottawa y una gran bandera holandesa ondeante. La reina Guillermina estuvo presente en el alumbramiento y quedó tan satisfecha con el trato canadiense hacia su familia durante la guerra que cuando regresó a Holanda, en 1945, envió 100 mil bulbos de tulipanes al país. Fue un gesto de agradecimiento con el que pretendía dar alegría a los parques del país que tanto había ayudado a su familia.
El año siguiente fue la princesa Juliana quien envió 20.000 bulbos de tulipanes al país y desde entonces se institucionalizó el tributo anual a Canadá, convirtiendo a los tulipanes en un símbolo de hermandad entre dos países amigos que compartieron un pasado juntos. Todos los años envían 10.000 bulbos, manteniendo así esa unión manifiesta.
Este año, la encargada de entregar el tributo al país amigo ha sido la princesa Margarita, quien le ha entregado el tributo simbólicamente al veterano canadiense Don White, en los jardines del palacio de Het Loo, situado en la ciudad holandesa de Apeldoorn. Era el acto de presentación de ‘Liberation75’ que busca conmemorar los 75 de liberación de Holanda y otros países gracias a los aliados.
Estos tulipanes entregados por Holanda forman parte de los 1,1 millones de bulbos que los canadienses plantan por todo el país, celebrando así la liberación. La cifra hace honor al número de soldados canadienses que lucharon en la guerra. Los colegios reciben paquetes para plantar las citadas flores y los ciudadanos son incitados a comprarlas ellos mimos a través de una página web, para sembrarlas individualmente.
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