Rocío Carrasco ha decidido volver a intervenir en directo durante la emisión del 11 episodio de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ para aclarar algunos detalles ahora que llega la recta final de su docuserie. En esta ocasión, ha decidido realizar su intervención a través de una videollamada, donde hemos podido ver parte del salón de su casa. La madre de Rocío Flores ha vuelto a demostrar el gran amor que sigue sintiendo por Rocío Jurado rindiéndole un bonito homenaje que no ha pasado desapercibido.
La ex mujer de Antonio David Flores ha aparecido en esta intervención con una blusa de color rojo. Una conexión que ha realizado desde la casa que comparte con Fidel Albiac en San Agustín de Guadalix, a las afueras de Madrid y gracias a la cual hemos podido ver algunos detalles de su salón, repleto de numerosos objetos en recuerdo a Rocío Jurado.
Justo detrás del sillón en el que se encontraba se ha podido ver un mueble sobre el cual había distintos objetos con un gran significado para ella. Uno de los más representativos es una figura de ‘La más grande’. En concreto, se trata de una representación en miniatura de la estatua realizada por Luis Sanguino en 2007 y que se encuentra en el cementerio de Chipiona, donde descansan los restos de su madre. Esta figura representa a Rocío Jurado vestida de flamenca con un clavel en una de sus manos y sosteniendo la medalla de la Virgen de Regla en la otra.
Otro de los objetos que ha llamado la atención ver en su casa es una imagen en blanco y negro en la que aparece la que fuese mujer de Ortega Cano en una de sus actuaciones con la frase ‘La más grande’ escrita en mayúsculas.
Pero no solo tiene objetos en recuerdo a su madre, en este mueble también hay un retrato de ella en el que aparece vestida con el característico traje rosa con el que ha aparecido durante todos los capítulos de su docuserie. Además, también hay otro dibujo con el que tiene muy presente esta nueva etapa que esta viviendo. Se trata de la representación de una mujer junto a una frase escrita en inglés y cuyo significado es: «Antes de que ella se convirtiera en fuego, fue agua».
Sin duda, un escenario muy significativo con el que Rocío Carrasco quiso volver a aparecer para dejar claro que no piensa rendirse y que sigue manteniendo la esperanza de poder volver a ver a su hijo David.
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