Cita literaria de la semana, del mes y del año: la entrega del Premio de Literatura Miguel de Cervantes 2020. Los Reyes viajaron el miércoles 12 a Oliva, Valencia, para hacer entrega delCervantes al poeta Francisco Brines, de 89 años, cuyo estado de salud es delicado. El encuentro tuvo lugar en la casa familiar de Brines, en la finca Elca. Allí, en un bonito patio ajardinado, cubierto por una sombrilla, los Monarcas conversaron con el autor de “Como si nada hubiera sucedido” y Felipe VI le hizo entrega de la escultura y la medalla del premio más importante e influyente de las letras hispanas.
Francisco Brines, acompañado por miembros de su familia, esperaba en el jardín. El Rey, abriendo camino con los brazos, dijo muy espontáneo: “Don Francisco, qué alegría poder venir y, sobre todo, gracias por acogernos en su casa.” Y añadió: “Esto es un pequeño paraíso”.
Doña Letizia se acercó al galardonado: “Encantada, ¿qué tal, cómo está?”, le dijo. La Reina, cercana y afectuosa, se aproximó al poeta agarrando su brazo derecho, mientras el poeta correspondía al saludo de la Reina agarrando su brazo izquierdo. “Gracias por recibirnos”, comentó Letizia.
Cuando el Rey se levantó para entregarle la medalla, el poeta hizo un ademán para levantarse también. La Reina, muy rápida, señaló: “No hace falta que se levante”.
“Es un honor y un placer poderle entregar personalmente esta medalla del Cervantes. Este medallón también lo acompaña… Pesa un poquito, lo ponemos aquí”, expresó el Rey, recogiendo la escultura de nuevo y entregándosela a Letizia, que la depositó en la mesita.
Fue un acto íntimo y familiar, cercano y cálido. Muy alejado de la solemnidad de la ceremonia que por tradición se desarrolla en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Para esta cita literaria Doña Letizia escogió un color naranja, fresco, ácido y muy mediterráneo, que yo he interpretado como un pequeño guiño inspirado en las tierras valencianas porque no se me ocurre nada más naranja que la naranja de Valencia.
El look minimal, a base de pantalón fluido y top asimétrico, lo firma Zara. Se trata de un diseño monocolor con el protagonismo absoluto del naranja. Cuando lo estrenó, en un viaje a Argentina en 2019, ya lo aplaudí porque me pareció arriesgado (la asimetría siempre me lo parece). Y por eso lo aplaudí. El riesgo es lo que tiene.
Combinó doña Letizia su estilismo con un moño de bailarina. Me gusta más el moño messy.
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