El estampado tie-dye fue, sin lugar a dudas, uno de los más representativos de 2020. La explicación del éxito de esta tendencia no vino de la mano de las pasarelas, sino que su auge llegó dado por un momento social determinado. Más allá de probar suerte con la repostería, de reordenar todos los libros o de abrirse una cuenta en Tik Tok, teñir prendas de ropa, creando estampados tie-dye, fue una de las actividades favoritas del confinamiento. No solo es algo muy sencillo de hacer, sino que además permite darle una nueva vida a las prendas que ya no se usen y lograr así ser más sostenible. Además, los colores más repetidos para crear prendas tie-dye fueron los más vívidos de la paleta, como si a través de la moda se pretendiese lanzar un mensaje de optimismo en contraposición a los tonos neutros de los conjuntos de chándal o punto que dominaron aquella temporada.
De cara a este verano, las pasarelas no han querido olvidar esta tendencia de carácter hippie que regresa a la moda con cierta asiduidad. Eso sí, el tie-dye se reformula, madura, y se vuelve más elegante. Ya no se presenta únicamente en camisetas DIY, sino que baña todo tipo de prendas, desde caftanes y kimonos hasta vestidos largos, camisas y también complementos como bolsos y zapatos.
La firma de moda que más ha optado por el tie-dye de cara a la temporada estival ha sido (sin que quepa la más mínima duda) Dior. La firma francesa capitaneada por Maria Grazia Chiuri incluyó entre sus propuestas numerosas prendas con este print, desde kimonos hasta faldas, pasando por pantalones o los ya emblemáticos bolsos Tote Book.
Aunque fueron las más copiosas, las de Dior no fueron las únicas propuestas que se dejaron ver en el circuito internacional. Sportmax quiso apostar por tops con transparencias y estampado tie-dye y también faldas pareo.
Por otra parte, la italiana Alberta Ferreti optó por el denim en clave tie-dye en un favorecedor color verde menta y añadiendo estos detalles únicamente a las zonas de los extremos y costuras. Asimismo, también planteaba un vestido veraniego con este print.
Gabriela Hearst presentó en su colección de primavera verano 2021 un único vestido tie-dye que, sin embargo, se convirtió en una de las prendas más aclamadas del desfile y la propia diseñadora vestía una blusa con el mismo estampado al saludar al final del mismo.
En definitiva, el tie-dye de 2021 es mucho más elegante que el de pasadas temporadas. Las gamas tonales elegidas son más discretas, las manchas más regulares y está presente en prendas más allá de camisetas o sudaderas. El street style, fiel defensor de esta tendencia, no ha querido quedarse atrás y ya ha comenzado a aplicar los nuevos dictados para llevar este print secundando las enseñanzas de las pasarelas y demostrando que tiene cabida en todo tipo de estilismos y que, en mejores dosis, mejor.
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