Rocío Carrasco recuerda el peor día de su vida: »Fue tremendo»

Rocío Carrasco está generando un enorme revuelo con su serie documental, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’. En el último episodio emitido por Telecinco, titulado ‘Algo se me fue contigo’, la presentadora ha abordado los momentos más importantes acaecidos en su vida entre junio de 2003 y junio de 2006, sin dejar pasar por alto la oportunidad de hablar de la enfermedad y muerte de su madre, la mítica cantante Rocío Jurado. Carrasco recuerda con mucho pesar que en agosto de 2004 su madre fue trasladada de Chipiona a Madrid para ser operada de urgencia tras serle diagnosticado un cáncer de páncreas.

En ese momento, Rocío Carrasco y Fidel Albiac se encontraban fuera de España, por lo que no dudaron ni un momento en volver a nuestro país y arropar a ‘La más grande’ durante su estancia en el hospital Montepríncipe. «Ese mes que ella estuvo en ese hospital recibió todas las muestras de cariño habidas y por haber, por todos los medios, por toda la gente. Y ella ante esas muestras de cariño y de amor y de afecto se ve en la obligación de comunicarlo públicamente para decir qué era lo que tenía y qué era lo que tenía pensamiento de hacer», señala.

Al conocer la enfermedad de su madre, confiesa que sintió “terror” y “miedo”. De entre todas las muestras de cariño recibidas destaca la de Isabel Pantoja, quien le lanzó un bonito mensaje sobre el escenario en uno de sus conciertos. Según el testimonio de Carrasco, tras anunciar la rueda de prensa en la que anunció su enfermedad, Rocío Jurado se dispuso a hacer su testamento, clara muestra de que la cantante no estaba convencida de que fuera a poder superar la terrible enfermedad.

Después de su primera etapa del tratamiento que recibió en Houston, Rocío Jurado pasó junto a su hija unas navidades en Madrid. Durante aquellos días, la intérprete de ‘Como una ola’ comenzó a sentirse cada vez peor y, pese a que los médicos del hospital Montepríncipe le dijeron que no tenía de qué preocuparse, decidió volver a Estados Unidos. «Mi madre le tenía pánico a las anestesias generales porque tenía muchas alergias», explica Carrasco. Rocío Jurado acabó siendo ingresada en la UVI tras coger un virus a su paso por el quirófano. «La tía se puso buena a los dos días, fue una cosa… nadie de allí se lo explicaba. Decían que aquello no lo habían visto nunca«, recuerda la protagonista del documental.

Pese a esta mejoría, la enfermedad de la cantante comenzó a agravarse, haciendo que su estancia en el hospital de Houston se alargara durante cuatro meses. Durante este tiempo, Rocío Jurado estuvo rodeada de sus familiares más cercanos.

Tras dos años de lucha, la artista acabó falleciendo el 1 de junio de 2006, marcando para siempre a su primogénita. «Aquel fue, sino el peor día de mi vida, uno de los peores», asegura Carrasco. «Se iba lo más importante que puede tener una persona que es su madre y a mí se me iba la mía. Todo el mundo lloraba a la artista, pero yo lloraba a mi madre. Para mí no era Rocío Jurado, era mi madre», asegura con la voz entrecortada.

«Ella estaba orgullosa de mí, muy orgullosa de mí y yo lo sé perfectamente. No hace falta que nadie me lo diga ni me lo recalque porque hay cosas que solo ella y yo sabemos, no las sabe nadie más que ella y yo y con eso me basta», afirma rotunda. Sobre el multitudinario entierro en el que se despidió a la artista, confiesa que se sorprendió de la reacción de la gente. «Fue tremendo porque recuerdo ver gente por la autopista de Jerez a Chipiona, gente en los puentes de la autovía, gente tirando flores, gente andando por la autovía… Aquello fue tremendo”.


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