Desde que comenzara su relación con Rocío Carrasco, Fidel Albiac ha sido tildado de, entre otras cosas, vividor, oportunista o vago. La hija de Rocío Jurado ha querido romper una lanza a favor de su marido en la séptima entrega de su mediática serie documental, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, negando que esto sea así y dejando entrever que esa imagen ha sido creada con el fin de hacerle daño tanto a ella como a él. “No interesaba que estuviera a mi lado y tenían que desprestigiarlo y que humillarlo. Me parece una auténtica vergüenza, me da asco, me da asco que la gente tenga esa facilidad para vomitar cosas que son humillantes y que lo que quieren es dejar mal a alguien que no les ha hecho nada”, denuncia la presentadora.
Albiac siempre se ha mantenido en un segundo plano, intentando esquivar las continuas polémicas y haciendo caso omiso de las duras acusaciones. Dos décadas en las que Carrasco explica que su marido se lo ha entregado todo sin pedirle nada a cambio. “Para nada es un interesado, a la vista está. Lo dio todo y se metió en una historia en la que ha salido perjudicado sin pedir nada a cambio y entró en esa relación con el corazón en las manos y me lo dio entero. Si hubiese sido un oportunista la historia hubiera sido otra”, reflexiona.
Emocionada al hablar de su compañero de vida, la protagonista de la docuserie asegura que a día de hoy siguen siendo tan felices como el primer día. A su vez, desvela uno de los motivos por los que Albiac acabó conquistando su corazón (y el de su suegra).
Según Rocío Carrasco, a su actual pareja le gusta mucho cantar y tocar la guitarra, algo que lo unió especialmente con su suegra, Rocío Jurado. Entre risas, la que fuera copresentadora de ‘Día a día’ ha confesado que a su madre le encantaba escuchar a Fidel entonarse durante las juergas flamencas que celebraba.
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