La búsqueda de la autenticidad ha sido el motor que durante tres décadas ha impulsado el motor creativo de Ruth E. Carter (Massachusetts, 1960). Una estrategia gracias a la que la responsable del vestuario de películas como Malcom X, What’s Love Got To Do With It –el biopic de Tina Turner– o Selma, se ha desenvuelto con éxito tras los tupidos telones de Hollywood, y que finalmente supieron reconocer la relevancia de su trabajo para ponerla bajo los focos convirtiéndola en 2019 en la primera mujer afroamericana en recibir un Oscar en la categoría de mejor vestuario por Black Panther.
Decidida a reeducar la mirada del espectador sobre cuestiones como la identidad cultural que transmite la indumentaria, Carter, cuyo último proyecto cinematográfico, El Rey de Zamunda, se acaba de estrenar en Amazon Prime Video, también ha trabajado junto al Museo de cine y moda de Atlanta en la exposición Afrofuturismo (que podrá verse en la ciudad norteamericana hasta el 12 de septiembre) en el que muestra cómo sus diseños para más de medio centenar de películas hilan una narrativa que trasciende lo audiovisual para convertirse en símbolos culturales, políticos y raciales.
A menos de veinticuatro horas de descubir su estrella en el paseo de la fama de Hollywood Boulevard, convirtiéndose así en la segunda diseñadora de vestuario en conseguirlo –tras la legendaria Edith Head– Carter nos recibió virtualmente desde su casa de Los Angeles.
Han pasado 33 años entre El príncipe de Zamunda y su secuela que se estrena ahora, ¿cuáles han sido los mayores retos a los que se ha enfrentado a la hora de crear el vestuario?
Sabemos mucho más sobre África y a través de películas como esta o Black panther hemos evolucionado y la gran diferencia es que aunque nos encanta añadir fantasía tenemos que comprometernos con la autenticidad y el realismo. A través de las redes sociales la gente tiene muchos más conocimientos y los jóvenes son muy curiosos, nunca debes desestimar lo que saben de cualquier tema. Así que todo esto nos ha llevado a un escenario en el que buscamos una mayor autenticidad y crear un mundo lo más real posible.
¿Dónde encontraste la inspiración para desarrollar el vestuario de El Rey de Zamunda?
Desde el principio quise involucrar a diseñadores de África, de India y trabajamos con creadores locales y yo hice una inmersión en la diáspora africana para poder mostrar todas las caras de África no solo una. La primera película viajaba de África a América y esta es al contrario, el joven príncipe viaja a Zamunda así que es un enfoque nuevo del viaje, es un regreso con respecto a la primera película.
¿En qué aspectos cree que sus diseños han cambiado la percepción general sobre la moda afroamericana?
El reto está en redirigir la mirada para replantear las ideas sobre la moda africana y su concepción como un aspecto monolítico. Hemos investigado para plantear una visión de futuro y descubrir al espectador cosas que ignoraba que existieran. La mayoría de mis películas son recreaciones de un evento real. En un esfuerzo por recrear las imágenes de Martin Luther King, Jr., Malcolm X, Betty Shabazz, Tina Turner y otros, solo está arrojando luz sobre estas personas importantes y cómo se visten. Si eso influye o lleva a la gente a una mayor comprensión, o lleva la moda negra a la vanguardia, entonces ese es el marcador del éxito. Todos queremos ser influidos por grandes personas.
Cada vez se reconoce a más mujeres por su trabajo como directoras, escritoras y productoras. Pero, ¿qué más necesita hacer Hollywood para defender la igualdad de género?
En el área del diseño de vestuario, generalmente es una profesión muy femenina. Pero como diseñadora, mi deseo es que los actores y directores con los que trabajo no miren a un personaje femenino y digan: «Necesita un busto más grande, realzar su forma abriendo más la blusa o acortar la falda». Es necesario que se produzca un cambio orientado a la igualdad entre mujeres y hombres. Espero que el empoderamiento de las mujeres y sus personalidades de múltiples capas, como ven en Black Panther, se extienda por Hollywood. Las mujeres no son principalmente objetos sexuales. También somos guerreras, madres, novias y hermanas.
¿Cómo dirías que el vestuario hace que los personajes femeninos se sientan empoderados?
La habilidad para vestirte de manera que te haga sentir fuerte como mujer no reside en ponerte tras un escudo de apariencia masculina. Debes sentirte como una mujer y al mismo tiempo poder defender tus valores sin abandonar tu feminidad. La lectura es que ellas pueden ser el rey y la reina.
¿Cuál diría que es el mensaje principal de sus diseños?
Que soy una diseñadora que se preocupa por la cultura, que quiere conservarla, ser creativa y arrojar luz sobre cuestiones que el público desconoce. Ojalá al ver mis películas se entienda que fui un guardián de la cultura afroamericana, que la presenté en su forma más entrañable y honesta posible.
Ese es el nexo de unión con Afrofuturismo, la exposición que ha comisionado y de la que sus diseños son el reflejo perfecto.
Pasear por la exposición es ver mi trabajo en películas como Black Panther, Selma, Malcom X, y lo que representan que es el presente afro en el vestuario, representan mi voz, cómo podemos contar historias más allá de la página de un guión, de trascender un diálogo, enseñar algo al espectador y darle alguna noción interesante de arte y la exhibición muestra esto desde un punto de vista personal ese viaje. Mi viaje consiste en eso, en que un día alguien pueda ver una de las películas en las que he trabajado y aprenda algo.
Su carrera cinematográfica comenzó de la mano de Spike Lee, un director de cine al que hoy considera como su mentor y quien ha tenido el mayor impacto en su carrera. ¿Qué le hace sentirse tan conectada a él?
Empecé con Spike en Brooklyn, ya había hecho teatro y conocía la definición de mi trabajo pero fue gracias a la peícula 40 Acres que entendí el propósito de mi labor. las imágenes que proyectábamos en la pantalla eran muy potentes, auténticas y bellas para representar a la comunidad negra. Tenían un propósito. Aquello fue la semilla de mi trabajo. Spike respetó mucho ese trabajo colectivo de crear un vestuario y siempre le estaré agradecida por ello.
Ganar el Oscar al mejor diseño de vestuario en 2019 con Black Panther no fue solo un hito personal y profesional sino un gran punto de inflexión para las mujeres afroamericanas en la industria. ¿Cómo se siente al ser, según usted misma afirmó, como “la que abrió la puerta”?
Fue revolucionario, siempre había pensado en ese monento, no cada día de mi vida, claro, pero ninguna persona de color había ganado nunca un Oscar en esa categoría y yo pensaba ¿seré yo? Y cuando lo fui sentí que estaba lista, que durante toda mi vida había estado intentando abrir esa puerta. Estaba representándome no solo a mi misma como una mujer que se había dedicado a trabajar detrás de las cámaras a su oficio. Sentí que este Oscar premiaba además mi presencia durante 35 años y ahora cualquier mujer en mi situación puede tener la certeza de que puede proyectar su voz. No me han regalado nada, ha sido una carrera de trabajo duro y siento que represento a las mujeres trabajadoras.
Aunque pasa gran parte de su tiempo elaborando looks para personajes, ¿cómo definiría su estilo personal?
Admiro a diseñadores a los que me encantaría emular, desde Rick Owens, Garteh Pugh. Admiro mucho a la moda y me visualizo con montones de esos looks pero a la hora de la verdad me decanto por el uniforme de estilista: el negro. Es lo más fácil. Soy una mujer que aprecia mucho el lado artístico de la moda y aunque no todo sea para mi.
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