¿Estás usando bien el acondicionador de pelo? Seguro que no: te explicamos cómo hacerlo

No importa cómo sea tu tipo de cabello. El acondicionado –tanto usando acondicionador como mascarilla, dependiendo de tus necesidades– es el paso indispensable para conseguir una melena más suave, más maleable, sin enredos y sin encrespamiento. De hecho, algunas fórmulas incluso ayudar a prevenir los daños que producen la rotura del cabello.

Mientras los champús se encargan de la salud del cuero cabelludo, los acondicionadores y mascarillas son los escudos protectores de nuestro pelo, cuyo objetivo es protegerlo frente a los daños externos. Por tanto, no solo es importante elegir el que mejor se adecue a tu tipo de cabello sino que también es crucial aplicarlo adecuadamente.

Pelo fino

Lo más importante en este caso es evitar los enredos, ya que al cepillar tu melena en seco existe más riesgo de rotura cuanto más fino es el cabello. Y, aunque muchas mujeres que tienen este tipo de pelo deciden omitir el acondicionador para evitar que el resultado sea demasiado lacio, te aconsejamos que utilices un acondicionador específico para aportar volumen y que te peines en la ducha, con un peine de púas anchas, mientras tienes el producto puesto (solo en la zona media y en las puntas, evitando las raíces).

Pelo grueso

Cuanto más gruesa sea la fibra capilar, más hidratación necesitará. Por tanto, no solo queda prohibido saltarse el paso del acondicionador cada vez que te laves la cabeza –al menos una vez a la semana es aconsejable que sustituyas este por una mascarilla nutritiva– sino que también es aconsejable que utilices una fórmula sin aclarado cada dos días o en días alternos, dependiendo de lo seco que sea tu cabello, para que este no tenga un aspecto sin vida y quebradizo.

Pelo coloreado

Cuando se ha sometido la melena a un tratamiento químico de color (no importa si son unos reflejos, un balayage o un tinte integral) es necesario usar un acondicionador y mascarilla específicos para mantener el cabello hidratado, ya que cualquier coloración provoca que el cabello esté más poroso. No saltándote este paso conseguirás que tanto el brillo como el tono permanezcan intactos el mayor tiempo posible. Lo ideal es que te tomes tu tiempo, al menos una vez a la semana, para complementar tu ritual capilar con una mascarilla para pelo con color, que debes dejar actuar el tiempo mínimo que proponga el fabricante.

Pelo seco

Este puede deberse al abuso de las herramientas de calor, al clima del sitio donde vives o al contraste de temperatura entre el frío de la calle y el excesivo calor en los edificios con calefacción central. Lo que necesitas es un acondicionado que hidrate la fibra desde el interior cada vez que te laves la cabeza y, entre lavado y lavado, un aceite capilar será tu aliado –si no te gusta su textura también puedes optar por una crema o un spray que no necesiten ser aclarados–. Además, deberás usar una mascarilla nutritiva una vez a la semana y hacerte un tratamiento más profundo (puedes mezclar la mascarilla con el aceite) una o dos veces al mes.

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