Nadie sabe lo que sucede tras las puertas del palacio de Buckingham, pero parece que las sonrisas que lucen los miembros de la familia real británica al salir a los actos públicos tienen más postureo que las fotos de Instagram. Eso es lo que podemos deducir de todo lo que ha contado Meghan Markle sobre The Institution en la entrevista que la pareja ha concedido a Oprah Winfrey. El panorama que dibujan la exactriz de Suits y su marido, el príncipe Harry, en su discurso ante las cámaras estadounidenses es desolador y tiene un poco de todo: desde ideas suicidas a desprecios, presiones hasta el límite de lo razonable y prejuicios racistas. Un sufrimiento en hora de máxima audiencia que recuerda demasiado al de Diana de Gales hace 25 años. Pero vayamos por partes.
Pero The Institution no hizo nada al respecto, a pesar de ser conscientes de que era mentira y de que la propia Kate Middleton se disculpó con Meghan por lo sucedido con una ramo de flores y una disculpa por escrito. Pero la campaña de desprestigio no había hecho más que empezar.
Cómo actuó la casa real británica cuando Meghan Markle pensaba en suicidarse
Meghan Markle irrumpió en la vida pública de mano del príncipe Harry las páginas como un soplo de aire fresco y la prensa rosa británica vivió una especie de idilio con ella… al principio. Se hablaba de modernizar la monarquía y hasta se alababa el hecho de que se llevaba bien con los perros de la reina Isabel II, unos perros que por lo visto no se llevan bien con nadie, pero el discurso cambió radicalmente en cuanto se celebró la boda.
Los ataques a la figura de Meghan Markle por parte de la prensa se recrudecieron con el embarazo y el nacimiento del primer hijo de la pareja, Archie. Mientras que a Kate Middleton se la alababa por comer tostadas con aguacate como propuesta healthy durante su embarazo a Meghan Markle se la relacionaba con la deforestación y el cambio climático por desayunar tostadas con aguacate durante su gestación. Y así todo.
Meghan Markle empezó a acusar los ataques que percibía por todos los frentes de la opinión pública y el príncipe Harry la recuerda dando el pecho a su hijo mientras lloraba. Fue la época en la que comenzaron las denuncias en los juzgados por parte de la pareja a la prensa más amarillista, la misma en la que Megahn Markle rompió en llanto en una entrevista simplemente porque el periodista le preguntó qué tal se encontraba.
Sobre este episodio tan oscuro de su vida, la duquesa de Sussex también ha querido hablar… y de nuevo el papel de la corona británica en todo ello no ha sido muy brillante. “Simplemente no quería estar viva. Era un pensamiento claro, aterrador y constante”, le ha contado a Ophra Winfrey. Confesarle sus pensamientos suicidas a su marido fue un duro trance para ella, “me avergonzaba, pero sabía que si no lo decía, entonces lo haría”.
Además nos imaginamos que lo que menos apetece ante el nacimiento de tu primer hijo debe ser reunirse con la familia política a discutir títulos y herencias, pero la reunión puede ir aún peor cuando en ella se menciona cómo va a ser el color de piel del niño. “Había preocupaciones y conversaciones sobre cuán oscura podría ser su piel cuando naciera y qué significaría o cómo se vería eso», asegura Meghan Markle en la entrevista aunque se niega a dar nombres sobre qué miembros de la realeza estaban preocupados por el color de piel de su hijo.
Archie por el momento no es príncipe de nada (lo será cuando Carlos de Inglaterra ascienda al trono a la muerte de Isabel II y ocupará el séptimo puesto en la línea de sucesión) y tampoco conde, ni duque. Lo que sí será en breve es hermano mayor, la pareja real va a tener una niña, otra exclusiva que dieron en Oprah.
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