Mientras el mundo se vuelve loco, un hombre que se ha pasado casi 40 años agitando unas maracas ha recuperado una cordura que nunca se le intuyó. Mark Berry, Bez, se hizo popular en el Manchester alucinado de finales de los 80, bailando (o algo parecido) como miembro del grupo musical Happy Mondays.
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Eran los tiempos en los que la ciudad británica, industrial, fría y sin glamour, le arrebató el protagonismo a Londres, convirtiéndose en epicentro de la movida musical. The Haçienda, el club que había fundado Tony Wilson sobre un antiguo taller de embarcaciones, acogía las primeras raves. No podía imaginarse una noche (más bien madrugada) sin que sonase Blue Monday, de New Order; tampoco sin Bez agitándose en la pista. Las anécdotas sobre sus idas de olla son incontables: en una ocasión se cayó del escenario, se hizo un corte en la frente y lo «desinfecto» con un poco de ácido lisérgico de uno de sus compañeros de la banda.
Una estela que se resiste a desaparecer
Aquella efervescencia se diluyó, pero la vida de quien fue mascota humana del Manchester continuó por derroteros alucinados y en ocasiones tóxicos. Viajes chamánicos, el pase victorioso por una edición celebrity de Gran Hermano, una sentencia por malos tratos a su exnovia, dos bancarrotas y hasta una inesperada carrera política. “Energía gratis, comida gratis y todo gratis”, fue el eslogan con el que se presentó a las elecciones en 2015, obteniendo 1,6% de los votos.
Por supuesto, la música ha seguido teniendo un papel importante en su vida. Siempre al lado de su amigo Shaun Ryder, líder de Happy Mondays, no ha dejado de animar al público desde los escenarios, manteniendo un ánimo envidiable. Esa actividad frenética se vio interrumpida por la pandemia, que casi se lleva por delante a su compañero de banda y juergas. En el caso de Bez, que asegura llevar sin consumir drogas más de 20 años –algo que no todos en su entorno confirman–, su perdición fue el chocolate. “No podía dejar de comerlo y, con los pubs cerrados, lo único que hacía era estar en el sofá viendo la tele”, ha contado al Daily Mail.
Al tercer confinamiento, va la vencida: del ñam al gym
Confinado y sin conciertos en los que quemar grasas, Bez empezó a mediados de enero un plan de ejercicios que se ha convertido en un programa semanal de YouTube, Get buzzin´with Bez. “Es para ponerme en forma y estar mentalmente sano”, ha contado. “Tengo tripa, me cruje la cadera y no puedo parar de comer chocolate; este tercer confinamiento lo tengo que afrontar con inteligencia”. Lo curioso es que, para lo vivido, tiene buen aspecto. “Mis amigos están hechos polvo, pero yo me he mantenido bien gracias a los zumos que tomo cada día: kale, espinacas, jengibre, apio, manzana, limón, cúrcuma…”. Si los jugos sanos habían sustituido a las pintas de cerveza, las mancuernas desbancan ahora a las maracas.
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