La vida de Diego Armano Maradonase apagó este 25 de noviembre en su casa de Tigre, a las afueras de Buenos Aires. A sus 60 años, fue ídolo en las canchas y villano fuera de ellas. Cruzó el charco a principios de los 80 para amasar el sueño que tuvo desde niño: ganar suficiente dinero como para que su padre dejara de trabajar y que su familia entera tuviera un vida mejor. Lo consiguió. Aunque mucho de ese dinero que ingresó se le escapó de las manos para costearse los excesos que han influido de manera directa en un fallecimiento prematuro (las reacciones a su muerte).
Habiendo reposado unas horas la noticia de que se nos fue el 10 y se convirtió en leyenda eterna, la pregunta que nos asalta la cabeza es: ¿qué pasará con su herencia? Determinar la cuantía de la misma es complicado, como decimos, porque no tuvo un paso por este mundo tranquilo, sino envuelto en excesos y lujos, en fiestas y en carísismos coches (de sobra era conocido su amor por los Ferrari) que cambiaba casi con la misma facilidad que uno se compra un par de calcetines.
Maradona ganó mucho dinero. Muchísimo. Cuando aterrizó en Nápoles, en 1984, le pagaban el equivalente a unos 700.000 euros de prima, algo menos de un millón por publicidad y 350.000 más por cada partido amistoso. Aquella fue, sin duda, la mejor etapa de su carrera. No obstante, dos años más tarde, se echó a la espalda a su selección para terminar ganando el Mundial de México. Pero, de la misma manera que vio cómo su imagen podía hacerle engordar su cuenta corriente, también asistió a cómo esta se diluía.
A partir de ese momento, fue Villafañe quien se encargó de llevar las finanzas de Maradona, a pesar de que su relación ya no pasaba por su mejor momento. De su mano, llegó a ingresar al año (recordemos que ya estaba retirado, que colgó las botas en 1997 vistiendo la camiseta del Boca Juniors de su corazón) algo más de un millón de euros anual. Apariciones en televisión previo pago, anuncios, un museo itinerante con más de 600 objetos personales del ‘crack’ y beneficios por un negocio de máquinas tragaperras. Todo ello, le hizo recuperar sus finanzas.
Como también los contratos que tuvo, posteriormente, como comentarista de televisión y como entrenador. Por sentarse en el banquillo de la Selección de Argentina, entre 2008 y 2010, percibió algo menos de un millón por cada temporada. A esto hay que sumarle los cinco millones que se llevó en su etapa en Emiratos Árabes, al frente del Al Wasl (de donde salió de malas maneras). Estos fueron los dos contratos más sonados que tuvo como míster, una época empañada por el estado en el que le hemos podido ver en televisión, deteriorándose a pasos agigantados…
¿Cuántos hijos entran en el reparto?
El siguiente punto a tratar es en cuántas partes se tendría que dividir la misma. Es cierto que tiene cinco hijos reconocidos: Dalma y Gianinna, fruto de su relación con quien fue su mujer durante 14 años, Claudia Villafañe; Diego Jr, de su ‘affaire’ italiano con Cristina Sinagra, durante su época de jugador del Nápoles; Jana, de la camarera Valeria Sabain, un escarceo que agotó la paciencia de la Claudia; Dieguito Fernando, nacido durante su relación con Verónica Ojeda (que meses antes había sufrido un aborto).
También lo es que, a lo largo de los años, se le han ido sumando jóvenes que reclamaban la paternidad. No hace mucho, un joven huérfano de 19 años llamado Santiago, aseguraba ser hijo de El Pelusa. Este sostenía que nació nueve meses después de una aventura del exfutbolista con su madre, Natalia Garat. Un caso muy similar al de Magalí, una chica de 24 años que se sentaba en los platós de la televisión argentina reclamando formar parte de esa saga que, ahora, tendrá que ver cómo se reparte lo mucho o poco que haya dejado. Amén de estos siete nombres, el abogado del Diego dijo hace unos 20 años que, tras una etapa de locura en Cuba, podría haber tenido otros dos o tres hijos que, quién sabe, pueden aparecer ahora a por su parte del pastel.
Los cambios en el testamento
Dicen desde Argentina que hasta once hijos podrían entrar en esa disputa, pero lo cierto es que el testamento de Maradona tampoco se ha librado de esa montaña rusa que siempre fue su vida. En abril de 2016, lo rompió. Directamente. Tuvo una bronca con sus dos hijas mayores y modificó los términos, para poner en la misma situación a ellas y al resto de sus hijos extramatrimoniales. Un gesto que no hizo sino aumentar las diferencias con Dalma y Gianinna, que fueron testigos directos de los años en los que su padre llegaba a casa bajo los efectos de las drogas siendo ellas tan solo unas niñas. ¿Su pecado? Haberse puesto del lado de su madre durante el proceso de divorcio.
Tres años más tarde, en noviembre de 2019, al Diego no le sentaba nada bien que su hija Gianinna realizase unas declaraciones sobre su estado de salud. «No se está muriendo porque su cuerpo lo decide, sí lo están matando por dentro sin que él se pueda dar cuenta. No creo en el parámetro de lo normal pero eso está muy alejado de la realidad que él se merece. Recen, por favor», escribió en sus redes sociales, causando una enorme alarma en los fanáticos del deportista.
Su reacción fue igual de contudente que desmedida: un vídeo en el que le echaba en cara que hablase sin conocer cuál era su estado de salud real y en el que aprovechaba para informar al mundo de que iba a desheredar a todos sus vástagos y a dejar todo lo que tenía a una causa benéfica (sin llegar a determinar nunca de cuál se trataba). «No me estoy muriendo para nada. Duermo plácidamente porque estoy trabajando. Yo sé que ahora, cuando uno se va haciendo más viejo, se preocupan más por lo que dejas que por lo que estás haciendo. Lo único que les digo a todos es que no les voy a dejar nada«, se le escuchaba en esa grabación que dio la vuelta al mundo.
Ahora, un año después de aquello, que no se sabe muy bien si fue muy bien un calentón o llegó a ponerlo en firme a través de sus asesores, nos ha dejado. Y lo ha hecho después de que en las redes sociales se haya visto complicidad con sus hijos. Al menos, con algunos de ellos. Una señal de que se arreglaron las cosas y fue capaz de perdonar sus ofensas, como ellos perdonaron las suyas.
El perdón
Hace poco más de un mes, Maradona celebraba su 60 cumpleaños ingresado para ser sometido a una intervención por un hematoma subdural. Gianinna le dedicaba una tierna publicación que comenzaba diciendo «desde la cuna hasta la eternidad…». Un texto en el que recorría los momentos de infierno vividos juntos y en el que le felicitaba: «Felices 60 al huracán que con 31 años me sigue llamando pompón. Mi escorpiano favorito, tan terco y real, el papá más auténtico del mundo que podía elegir para vivir esta vida».
https://www.instagram.com/p/CG9SAWMpJBH/
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También el hijo que tuvo con Sinagra, Diego Jr, tuvo un detalle con él en Instagram. Uno de cariño. Con un vídeo riéndose y una foto de un abrazo. Una publicación que él mismo no dudó el hacer ‘repost’ desde su cuenta oficial, dejando claro que las diferencias con su hijo, estaban aparcadas también.
https://www.instagram.com/p/CG-OyQcigp1/
Una publicación compartida de Diego Armando Maradona Junior (@diegomaradonajunior)
Permaneceremos atentas, porque, sin duda, esta herencia es de esas que van a dar mucho que hablar. Aunque solo sea porque el delirio que sembró, no puede terminar con una simple muerte. Continuará…
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