Este 2020 no dejará de sorprendernos. Antes de que termine uno de los años más convulsos de lo que llevamos de siglo se ha producido una de las noticias que Argentina y medio planeta quizás pensó que nunca llegaría: la muerte de Maradona. El genio del fútbol ha fallecido a los 60 años conmocionando al mundo del fútbol y recuperando una de las canciones más famosas de Andrés Calamaro (59), la que le dedicó a él. "No me importa en que lío se meta, Maradona es mi amigo y es una gran persona en el diez. En el alma guardó la camiseta de boca que me regaló alguna vez. Diego Armando estamos esperando que vuelvas. Siempre te vamos a querer. Por las alegrías que le das al pueblo, y por tu arte también", le cantaba.
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Sin embargo, el nombre de Calamaro ya había vuelto a los titulares hacía unos días con un anuncio musical que nos dejaba sin palabras. Calamaro lanza este 26 de noviembre una nueva versión de Bohemio, tema que dio título a su disco de 2013 y lo hace cantando junto a Julio Iglesias para el que, según el propio artista argentino, pareciera haber sido escrita esta canción.
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Han pasado dos años del último disco de Calamaro, Cargar la suerte, y más de 40 desde que en 1980 entrara como teclista del Dickinson Power Trío, liderado por Rob Dickinson. Nacido en Buenos Aires, hijo de Esther Massel y Eduardo S. Calamaro, Andrés comenzó su trayectoria musical aprendiendo a tocar el bandoneón con ocho años y más tarde, ya entrado en la adolescencia, centrándose en el aprendizaje de la guitarra eléctrica y el piano. Vivió esos años en la dureza de la dictadura argentina y trataba de huir de toda la lucha política de su país a través de la música. Tras una breve experiencia en Los Ángeles, a su regreso a la capital argentina, con apenas 20 años, probó suerte con la Chorizo Colorado Blues Band junto a su amigo Augusto Gringui Herrera, para intentarlo después con un nuevo proyecto de rock, Elmer’s Band.
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Más adelante se uniría a la banda local The Morgan y más tarde a Stress, grupos en la que tocaba el mítico Gustavo Cerati. Gracias a la ayuda de su amigo el cantautor Alejandro Lerner y del poeta Pipo Lernoud, Calamaro es convocado por Miguel Abuelo para fundar Los abuelos de la nada,donde además de ser el teclista también se convierte en compositor. En 1984 y sin haberse publicado aún el tercer álbum de estudio de la banda, Andrés lanza lanza su primer disco en solitario, Hotel Calamaro, producido por Charly García y también ese año salía a la venta el último álbum de estudio firmado por Andrés Calamaro con Los Abuelos de la Nada, Himno de mi corazón.
Ya desligado del grupo, publicó Vida Cruel, en 1985, en el que contó con la participación de nombres muy conocidos en la escena argentina como Luis Alberto Spinetta y Charly García. Mientras conducía un programa de radio, Andrés conoció a Ariel Rot, con el que fundó una sociedad musical para grabar dos discos en solitario y salir de gira por Argentina. Poco después saldrían a la venta sus respectivos discos Por mirarte y Nadie sale vivo de aquí, más centrados en el rock and roll y que no tuvieron demasiada repercusión.
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El éxito de Los Rodríguez
Ya habíamos entrado en los noventa cuando Rot y Calamaro deciden mudarse a España para fundar Los Rodríguez junto a Julián Infante, Guillermo Martín y Germán Vilella. La banda editó tres álbumes en estudio (Buena suerte, Sin documentos y Palabras más, palabras menos) y uno en directo, Disco pirata. La banda de rock se convirtió en una de las más famosas de la década y llevaron a cabo diferentes giras por España y Latinoamérica. Entre sus temas más famosos, Mi enfermedad, canción que les pidió Maradona para su regreso a los terrenos de juego.
Tras la separación de Los Rodríguez en 1997, Calamaro continúa con su carrera en solitario y se marcha a Estados Unidos para grabar Alta suciedad, que incluye temas míticos como Flaca y que supuso un gran éxito de ventas en todo el mundo. A finales de los noventa publicaría Honestidad brutal, un disco con 37 canciones, una por cada año de Andrés entonces, dentro de una selección de más de 100 temas que aseguraba haber compuesto en menos de 12 meses.
Se trató del disco más largo de la historia del rock argentino y siempre se ha considerado su mejor trabajo. Ese mismo año, Calamaro abrió los 12 conciertos de Bob Dylan en España. Desde el año 2000 hasta hoy, el músico argentino ha publicado nueve álbumes de estudio y otros seis en directo. Con motivo de los 30 años del nacimiento de Los Rodríguez, el grupo tiene en sus planes una gira por España, Argentina, Europa y América y han publicado un libro y un disco recopilatorio.
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Tres matrimonios fallidos y una hija
Aunque siempre ha tratado de mantener su vida sentimental al margen de su vida pública como artista, se sabe que en 2010 Andrés Calamaro contrajo matrimonio con la actriz argentina Julieta Cardinali con la que tres años antes había tenido a su hija, Charo. Seis años antes de Cardinali, Calamaro había mantenido una relación con la vedette y presentadora Mariana Diarco. El matrimonio Calamaro-Cardinali se rompía apenas cuatro meses después de darse el ‘sí, quiero’. Parece que la causa de dicha separación fue un affair del músico con la modelo Micaela Breque, hoy futura mujer del pianista británico afincado en Madrid James Rhodes, y que entonces tenía 21 años. Breque se mudó a España con Andrés cuando el bonaerense decidió instalarse en nuestro país en 2013 y él la dedicó varias canciones como la titulada Cuando tu no estás.
En nuestro país, Breque comenzó a estudiar interpretación en Estudio Corazza y ese mismo año apareció en la portada de la desaparecida revista Interviú donde hablaba de la importancia que tenía para ella poder integrarse en el mundo laboral. “Ahora mismo quiero desarrollarme como mujer cultural y trabajadora; para mí, el trabajo es una cuestión ética y cultural, es el legado de mi familia… A Andrés lo veo más cerca de coquetear con un año sabático, pero acaba de tomarse uno, y no quisiera que abuse. Hay que trabajar porque somos jóvenes llenos de energía y cosas por mostrar". Durante un viaje a Las Vegas para asistir a una de las galas de los Premios Grammy, la pareja decidió darse el ‘sí, quiero’ en la más estricta intimidad. “Fuimos a unas de esas capillitas y, frente a Elvis, nos prometimos amor eterno. Hasta mi despedida de soltera fue secreta”, contó entonces Micaela a Gente.
En 2017 ponían fin a su historia. “Las relaciones humanas, tranquilas o no, son complejas. Con Andrés todo bien, es una historia que terminó y él sabe, además se lo dije, que le deseo lo mejor de todo corazón. Es un gran tipo y un gran artista. Compartimos tantos años y no podría quedarme con rencores. Al final siempre voy donde me siento nutrida, en todos los aspectos de la vida”, explicaba tras su separación, en una de las pocas ocasiones en las que la actriz ha hablado de su vida privada. Un año después, Calamaro, que hoy vive entre España y Argentina, aseguraba estar solo en una entrevista en Infobae. “A los 57 años un hombre no se queda soltero, se queda solo. Una cosa es la soltería y otra cosa es la soledad. Y con 56 años, bueno, en estos últimos dos años me encontré solo. Y la soledad empezó a convencerme; me convenció, sí”, explicaba.
“No sé si es fácil convivir conmigo, pero presumo de unos mínimos de inteligencia, cultura general y musical. Soy un lector mediano, un buen conversador, puedo cocinar y tener el vino a la temperatura adecuada. Supongo que las mujeres inteligentes eligen hombres inteligentes”, decía en otra entrevista poco después.
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La mujer que inspiró Flaca
Sin duda, uno de los grandes misterios en la carrera de Calamaro siempre fue descubrir a quién le dedicó la mítica canción Flaca. Según el libro Quién es la chica: musas que inspiraron las grandes canciones del rock argentino, esa mujer sería Mónica García, una joven con la que Andrés salió en los años noventa y con la que llegó a casarse en secreto en 1992 en España, donde él se había refugiado antes de formar Los Rodríguez. La pareja vivió una temporada en un modesto piso en el barrio de Chueca y tras el éxito con su nueva banda se mudaron a uno más grande junto a sus tres gatos, Tyson, Sinatra y Babar.
Mónica se convirtió además en su manager y él se tatuó su nombre en el brazo. Pero la irrupción de Charly García, íntimo amigo y compañero en diferentes aventuras musicales de Calamaro, en su llegada a Madrid hizo que su relación se viniera a pique. Charly y Mónica empezaron a trabajar juntos en un disco y los rumores sobre un supuesto romance entre los dos hizo que Calamaro lanzara más de un comentario contra García en los medios de comunicación de la época. De esa historia de celos y desamor nació Flaca, una de las canciones más recordadas de su carrera.
Íntimo de Sabina y amante de los toros
Por todos es conocida la gran afición taurina de Andrés Calamaro. Le hemos visto en diferentes plazas acompañado por uno de sus grandes amigos, el cantautor Joaquín Sabina, con el que ha colaborado además en diferentes producciones musicales. Su pasión por los toros le ha llevado incluso a aludir a la tauromaquia en algunos de sus temas, como Media Verónica o El tercio de los sueños.
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