María Teresa Álvarez: "La locura de Juana era por el genio que tenía cuando descubría que su marido le era infiel"

Desde la tranquilidad de su casa asturiana y amiga de su soledad, María Teresa Álvarez publica su último libro en femenino, Juana de Castilla, para poner sobre la mesa la gran injusticia que se hizo con esta mujer. Ni loca ni trastornada. Simplemente demasiados sinsabores emocionales en un mundo donde no tenía cabida. De reyes y reinas hablamos con la viuda de Sabino Fernández Campo, el militar que mejor supo llevar los asuntos de la Corona.

H.C. No recurrir al título fácil de ‘Juana la Loca’ sino Juana de Castilla ya apunta las intenciones de este libro. ¿Me equivoco?

M.T.A. Años atrás ya ha le había dedicado un capítulo de la serie Mujeres de la historia que hice para TVE y me duele que se refieran a ella como una loca porque estoy convencida que no lo era. Pienso que igual sufría algún trastorno de personalidad, pero después de escribir este libro estoy plenamente convencida de que nunca estuvo loca.

H.C. Varios historiadores apuntan a lo que comenta…

M.T.A. Las personas que estuvieron cerca de ella y la trataron con afecto y respeto comprobaron que se comportaba perfectamente. Hay que meterse en su piel para entender muchas reacciones.

H.C. Durante demasiado tiempo a las mujeres que se salían del molde las trataban de locas o brujas.

M.T.A. Siglos después de que quemaran a las brujas en las hogueras aún juzgaban a las religiosas simplemente porque supieran latín y creían que era cosa del demonio. La locura de Juana no es tanto por amor hacia su marido sino por cómo se comportaba y el genio que tenía cuando descubría que su marido le era infiel. Esos celos no se comprendían en su entorno y de ahí que la tildaran de loca porque la infidelidad era algo que había que asumir. Juana tenía carácter y no se contenía cuando estaba en desacuerdo de ahí que rompiera con los estereotipos de ese momento.

H.C: La suya sí fue una boda por amor y eso ha servido para que haya quien defienda que los matrimonios entre reyes para que funcionen deben ser por otros motivos y no precisamente sentimentales.

M.T.A. Es triste, pero es verdad. Cuando se trata de una unión por conveniencia y cada uno es libre de hacer su vida, aunque me parezca horrible, es verdad que no da tantos problemas como cuando entran las pasiones de los enamorados.

«Juana tuvo falta de afecto. salvo su hija catalina, no la quiso nadie»

H.C. ¿Cree que hoy en día las casas reales han roto con esa costumbre o aún quedan matrimonios de conveniencia?

M.T.A. No porque en las monarquías actuales los herederos se han casado con quien han querido, por lo menos en las europeas

H.C. Otra de las características de su protagonista era la fortaleza que tuvo ya que en esos tiempos morir con 76 años y tras más de media vida encerrada era algo insólito.

M.T.A. Tuvo seis hijos hermosos que llegaron a la edad adulta, algo tampoco habitual, y aguantó 46 años encerrada en unas condiciones nada óptimas. No murió por amor sino por vieja. Siempre me dio pena su historia por la falta de afecto que tuvo. Salvo su hija Catalina no la quiso nadie de ahí esa soledad.

H.C. Sin embargo, no estuvo nada loca a la hora de ser leal a la Corona incluso en los momentos cruciales cuando quisieron su apoyo para otorgarle la Corona.

M.TA. Fueron los comuneros los que buscaron esa complicidad, pero ella pensó antes en los intereses de su hijo que en los suyos propios y eso que tampoco se portó bien con ella. Nunca ambicionó el poder ni se encontraba con fuerzas para gobernar. El problema es que cuando los comuneros le brindaron ese apoyo para hacerla reina no aceptó porque temió que finalmente fuera en perjuicio de las monarquías. De ahí esa lealtad absoluta. Si hubiera sido un hombre todo habría sido diferente. La quisieron tener viva porque era la titular del reino pero encerrada. Fue puro sadismo.

H.C. ¿El hecho de haber escrito esta vida en pleno confinamiento en España le ha hecho sentirse más cerca de su protagonista?

M.T.A. En este momento estoy sentada en el mismo sitio donde lo escribí. Días antes del confinamiento me encontraba en Italia y justo llegué el día que cerraban el aeropuerto de Roma. Vivo entre Asturias y Madrid y me vine a Candás donde pasé todo el confinamiento. Estuve sola y es verdad que pude acercarme más a Juana y eso que yo al menos podía salir a comprar y mirar por mi ventana, algo que ella jamás pudo hacer. El día que pude pasear por la playa me dio tanta energía que escribí mucho más que todo el tiempo de encierro.

H.C. ¿Cómo se lleva con su soledad?

M.T.A. Muy bien. Me gusta escribir, leer, la música… nunca me he aburrido y es verdad que a veces escribir te hace ser más solitaria, pero es que me lo paso muy bien así. Necesito mi soledad.

H.C. Tanto en lo literario como en lo personal ha estado muy cerca de la Monarquía. ¿Se imagina cómo estaría viendo su difunto marido Sabino Fernández Campo lo que ha ocurrido con el rey emérito don Juan Carlos a quien durante tantos años sirvió?

M.T.A. No lo sé. Sinceramente es un tema del que prefiero no comentar nada, pero imagino que con dolor.

H.C. ¿Le gustaría hacer un libro de los reyes?

M.T.A. No porque me gusta investigar y descubrir cosas de siglos pasados y porque creo que de los actuales se sabe mucho y no me seduce la idea. Nunca es fácil ser objetiva y mucho menos con gente que conoces.

H.C. Como asturiana de pro, ¿qué opina de la Princesa Leonor en su intervención en la entrega de los premios que llevan su nombre?

M.T.A. Este año no he podido acudir por las circunstancias actuales, pero recuerdo que estuve en la primera intervención de su padre el Rey Felipe cuando debutó en los premios y de ahí que hace un año escribiera una comparativa con el primer discurso de Leonor. Me parece una niña con un temple tremendo. Emite una tranquilidad y un dominio de la situación que me encanta. Reconozco que me gusta muchísimo.

H.C. ¿Quién cree que se merece más un libro la reina Sofía o Letizia?

M.T.A. Por edad la reina Sofía aunque ya hay varios libros sobre ella. Pero insisto que las actuales no me tientan.

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