QUÉ HA PASADO
• Aylin regresa a Estambul.
• Sevket desprecia a Suna tras enterarse de su acuerdo con Nejat.
Al descubrir que Pervin está viva, Nejat se comunica con su abogado y le da un plazo de un día para que se presente ante él. “De lo contrario, sus hijos sabrán que está viva”, advierte. Más tarde, el empresario invita a cenar a Suna. “Ya no me queda nadie más que tú. A tu lado puedo olvidar todo”, declara ella y están a punto de besarse.
Entre tanto, Rafet y Saniye se distancian de Sevket pues no están de acuerdo con su comportamiento con Suna. Berin se presenta ante Nejat y revela ser Pervin: “Regresé de Alemania para estar cerca de mis hijos”. Y añade: “De manera silenciosa los ayudaré a avanzar en la vida y ellos me considerarán una madre”. A pesar de no estar de acuerdo, él promete guardar su secreto.
Una joya levanta las sospechas de los Dogan
Kayra encuentra unos papeles que confirman el divorcio de sus padres y se escapa. Aylin la ve merodeando por la calle yle ofrece su ayuda. “Estoy perdida. Llévame a casa”, pide la niña. Una vez allí, Nejat se altera al ver bajar del coche a su exmujer y la echa sin escuchar sus explicaciones. Cuando Sevket va a enfrentarlo por haber aparecido en su vida de nuevo, Pervin le da una inesperada noticia: “Me estoy muriendo, tengo cáncer”.
Nejat descubre que Hande delató a Suna y la despide de la empresa. Por eso, la mujer empieza a tomar en consideración la propuesta de Tolga de irse a Estados Unidos. Saniye y Rafet, por su parte, van al hotel donde se aloja Berrin y al ver un pendiente igual al que encontraron en el jardín de su casa, sospechan que entre ellos hay un vínculo. Aylin quiere pasar tiempo con Kayra y Nejat se niega.
Suna intercede y el empresario cambia de opinión con una condición: “Te presentarás como la hermana de Aylin”. Por una imprudencia de Hayri, Kayra oye que su padre está enamorado de Suna y pide ayuda a Kerem Can. Sin tardar, el niño encuentra las redes sociales de Dogan y por sus fotos se da cuenta de que es la misma mujer que finge ser Aylin. “¡Eso es mentira!”, grita Kayra. Sin embargo, todo cambia cuando ve tirado, en uno de los cuartos el documento de identidad de Suna.
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