QUÉ HA PASADO
• Genco consigue que el barco de Tahir se hunda.
• Hazan es hija de Nilüfer e hijastra del señor Tamar.
• Cemil obliga a Mercan a comprometerse con Tarik.
Melek, desesperada por las palizas que su padrastro le da, telefonea a Nefes para suplicarle ayuda. “Sé que tú pasaste por lo mismo que yo con tu cruel exmarido. Necesito salir de este infierno, por favor, no me abandones”, le ruega la adolescente. En ese momento, Genco entra por la puerta hecho una furia y corta la llamada: “¡Te dije que no podías hablas con nadie! Eres una malcriada”. Luego, la agarra del brazo y la dirige hacia una sucia cabaña no muy lejos de su mansión. “De aquí os saqué a ti, a tu madre y a tus hermanos. Esté será tu nuevo hogar si no me obedeces”, la amenaza.
En un acto de valentía, la muchacha coge un bidón de gasolina y esparce el líquido por toda la estancia. “Esto se acabó, si es necesario que muramos los dos para librar al mundo de una lacra como tú, que así sea”, afirma mientras deja caer una cerilla al suelo y las llamas empiezan a surgir. Afortunadamente, Tahir y Hazan, que sospechaban que algo no iba bien, llegan al lugar del incendio y logran sacar a los dos con vida.
Al día siguiente, Nefes se levanta temprano para preparar el desayuno de Yigit antes de que se marche a la escuela. Cuando sale junto con Asiye a la entrada a despedirlo, siente una punzada de dolor en su vientre. Su cuñada se asusta, pues puede ser signo de que su embarazo no va tan bien como creían. La mujer trata de restarle importancia: “No te preocupes, ya se me pasó”.
Por su parte, Tamar da un nuevo golpe a los Kaleli, en concreto a Tahir, al empapelar la ciudad con carteles donde explica que la esposa de este fue una mujer maltratada y violada por su expareja. “Esto es la guerra”, dice el pérfido empresario con una sonrisa triunfal.
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