Es uno de los mitos de belleza más repetidos de la historia. Lo hemos escuchado en revistas, en anuncios, en boca de nuestras madres. Dormir ocho horas, el primer paso para una piel bonita. Lo cierto es que detrás de este consejo hay más ciencia que leyenda. Según las investigaciones del laboratorio japonés de Shiseido existe una relación causal y directa entre la falta de sueño y la aparición de cierto tipo de arrugas. Tradicionalmente los efectos externos como la sequedad y los rayos UV se han considerado los principales causantes de las arrugas pero, tal y como nos explican en la marca, los malos hábitos de sueño también nos hacen envejecer: “los periodos de falta de sueño pueden provocar el incremento de signos de envejecimiento”, señalan.
Cuando dormimos poco, o mal, a corto plazo sucede un deterioro de la retención de la hidratación de la piel: “cuando la piel es incapaz de repararse y regenerarse por sí misma lo suficiente por la noche, su estado sufre”, añaden. Además de una caída de los niveles de hidratación, los análisis de biorritmos del laboratorio muestran que los índices de la función barrera de la piel también disminuyeron después de perder solo una noche de sueño. A largo plazo, hay una degeneración de la estructura de la dermis. Y todo esto sucede por un fenómeno llamado glicación.
Qué es la glicación, cuándo aparece y por qué provoca arrugas del sueño
Es bien sabido que el colágeno, un componente clave de la dermis, trabaja para mantener la piel tersa, y que lo hace especialmente cuando dormimos. “La piel tiene su propia capacidad restauradora. El gen reparador de daños relacionado con esta función aumenta su expresión durante la noche. Sin embargo, esto se ve comprometido cuando la glucosa se une a las proteínas de colágeno. Se cree que la falta de sueño acelera la glicación y puede fomentar la formación de arrugas”, explican en Shiseido. Así, el objetivo era optimizar el ritmo de auto-restauración nocturna de la piel para promover la regeneración de la piel durante la noche.
Uno de los investigadores de las arrugas del sueño en la compañía, Masato Lino, explica así el proceso: “Es de sobra conocido que el azúcar es una fuente de energía. Algunos azúcares, sin embargo, cambian (dependiendo algunos factores), reaccionando con el colágeno (…). Este es uno de los factores claves que provocan el envejecimiento de la piel. El metabolismo del colágeno se produce lentamente, entre 10 y 20 años después de su formación en el cuerpo. Dado que permanece en el cuerpo durante tanto tiempo, el colágeno se une al exceso de azúcar que se encuentra en la sangre. Una vez glicado, el colágeno no puede mantener correctamente su estructura de red tridimensional y pierde su función original similar a un resorte, y como consecuencia hay una pérdida de firmeza vital y de elasticidad”. Ahí aparecen las primeras arrugas.
Al frente de este equipo de investigación, Yoko Gozu, ha estudiado el nexo entre el sueño y la piel, tratando de descubrir cómo los biorritmos del cuerpo y nuestro reloj interno afectan a su salud. Sus hallazgos reflejan claramente “la extremada importancia para la piel de tener una rutina de sueño adecuada: es decir, un ritmo regular de sueño-vigilia”, explica. Tener en cuenta estas investigaciones dio al departamento un nuevo enfoque en los tratamientos antienvejecimiento.
El resultado: una crema (Benefiance Overnight Wrinkle Resisting Cream) para utilizar de noche con tres ingredientes que facilitan la comunicación entre las terminaciones nerviosas y la piel, ayudando a aumentar la sensibilidad de la piel a los beneficios de tratamiento y acelerar su reparación y regeneración. Entre sus ingredientes, tres fundamentales que trabajan conjuntamente: el extracto de hoja de Zarzamora, el extracto de Aquilea y el ácido Super Bio-hialurónico para luchar contra los factores que forman las arrugas que pueden estar asociados a la falta de sueño.
Hecha con zarzamora.
Los ingredientes que “engañan” al sueño
El primero de ellos es el extracto de hoja de Zarzamora, o Tencha, una hierba medicinal que se utilizó por primera vez hace 5.000 años. “Se utiliza en la medicina oriental tradicional y es conocida por poseer múltiples beneficios para la salud. Para su extracto, las hojas se recogen cuando están verdes, después de dos procesos de selección se tuestan cuidadosamente para obtener con el paso del tiempo el extracto”, cuentan en la marca.
El segundo ingrediente estrella es el extracto de Aquilea una planta con “una larga historia, cultivada como hierba medicinal desde el siglo quinto. Todavía se valora por su extracto, del que se dice que tiene el poder para curar las enfermedades de las plantas circundantes y protege la aquilea de los insectos dañinos”.
Y por último, un ácido hialurónico de alto rendimiento, con “un alto poder de absorción y una capacidad de retención de la hidratación superior, aumentando la cantidad de hidratación retenida en el estrato córneo”.Shiseido se convirtió así, en la década de los 80, en el primer laboratorio cosmético en producir ácido hialurónico por biotecnología (de ahí su nombre, ácido Bio-Hialurónico) lo que marcó un hito único en la historia de la cosmética ya que por primera vez este ácido se podía producir en grandes cantidades, con una elevadísima estabilidad y con un coste de producción muy inferior. Muy similar al ácido natural hialurónico existente en el cuerpo humano contiene una cantidad extraordinaria de agua, y mantiene la piel continuamente hidratada y haciéndola más resistente frente a la formación de arrugas.
Los resultados de esta mezcla rica en humectantes que se centra en los signos visibles de la falta de sueño son, según los test efectuados por la marca, rápidos y efectivos: “Ayuda a prevenir la degeneración de colágeno y ayuda al estado de la piel, haciéndola más resistente a la aparición de arrugas”. Casi como dormir ocho horas todos los días.
Fuente: Leer Artículo Completo