Si eres de las que deja para mañana lo que puede hacer hoy, estos trucos impedirán que vuelvas a procrastinar

Tener por delante una tarea desagradable, una decisión que sabemos que va a traer consecuencias o la misma pereza que nos da decidir puede hacer que caigamos en el “vicio” de procrastinar más de lo debido. Y sí, este 2020 a todos se nos está haciendo bola mentalmente y es más común de lo habitual que nos cueste tomar decisiones sin agobiarnos ni sentirnos víctimas de una conjura del azar… pero que eso no te sirva de excusa. Recurrir a menudo a esta costumbre de evitar lo que nos resulta molesto o tedioso lo único que produce es que, a la larga, nuestro estrés y la lista de tareas pendientes aumenten. ¿Quieres acabar con ese hábito de una vez por todas? Pues sigue estos consejos.

1. Sé valiente y haz lo peor, primero

Organiza tu lista mental de tareas priorizando lo importante y lo urgente y, dentro de esos dos apartados (que no siempre coinciden, tenlo en cuenta), coloca en lo más alto de la lista lo que más te va a costar hacer. Sácate de encima esa llamada incómoda que tienes que hacer a primera hora de la mañana y así evitarás que te ronde la cabeza y rompa tu concentración el resto del día.

2. Si la tarea es especialmente larga, pon un límite de tiempo

Si lo que tienes que hacer no solo te resulta tedioso, sino que además va a tener un recorrido largo, cronometra tu esfuerzo. Por muy molesto que sea es imposible que te agobie en tan solo cinco minutos. Si lo vas haciendo a ratitos conseguirás avanzar sin sobrecargar tu estado de ánimo.

3. No confíes en tu memoria, confía en tu bullet journal

A veces nuestra intención no es procrastinar, pero nuestra mente nos traiciona y nos regala una laguna en la que caen todas esas tareas que deberíamos haber hecho pero se han perdido en el olvido. Si eres propensa a estos lapsus de memoria, déjate de escribir post-its y repartirlos por toda la casa, en tu caso, necesitas un bullet journal o una agenda en la que apuntar, precisamente, las tareas que menos te apetecen hacer. Apùntalas y revisa la agenda todos los días.

4. Búscate un compañero de gimnasio mental

¿Sabes por qué la gente que hace deporte en pareja hace más ejercicio que la que lo hace en solitario? Pues porque después de que tu mejor amiga haya venido a buscarte hasta el portal de casa para ir juntas al gimnasio hay que tener mucha pereza en el cuerpo para darle plantón. Por eso es buena idea buscarse un compañero de procrastinación. Si sabes (porque ya te conoces) que lo que te espera esta semana va a ser duro, pide a alguien de confianza que a mediados de la semana que llame para que chequee qué tal vas. No te lo creerás, pero estas auditorías externas funcionan.

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