Es uno de los errores más tontos pero más comunes. Por culpa de una mala elección de abrigo, el conjunto perfecto puede verse arruinado. Que no tenga la longitud adecuada o que esté hecho de un tejido poco apropiado suelen ser los fallos más comunes. Por eso hacemos una breve guía de la mano de las mujeres que mejor se visten para que ponerse el abrigo por encima del vestido sea siempre un acierto.
El más especial para una boda
Uno de los momentos más complicados para elegir abrigo es cuando se trata de una cita especial, como una boda. Es difícil combinar los vestidos más sofisticados con prendas de abrigo que cumplan su función sin perder estilo. Por eso, para estas ocasiones, lo mejor es optar por piezas que sean realmente especiales y únicas para la ocasión. Optar por los tejidos más brillantes como el raso, el terciopelo o los brocados le dará a tu look de novia el toque de sofisticación y elegancia que necesita, tal y como hizo Carolina Ruiseco en la boda del heredero de Napoleón en París. Todo un ejemplo sobre cómo elegir un abrigo de boda.
A juego para subir el look de nivel
Otro truco para darle un toque más arreglado a tu conjunto es lo que hace Adriana Abascal en París, hacer coincidir el tono de su abrigo con el de su vestido. Si no es un abrigo a medida o que forme parte de un conjunto será complicado conseguir el color exacto. En este caso, lo ideal es jugar con un tono similar de la misma gama cromática para crear un efecto degradado.
Día y noche
¿Qué hacemos cuando llevamos un vestido híper femenino y muy recargado, por ejemplo de lentejuelas? Lo mejor para no pasarse de frenada aquí es jugar con los contrastes y apostar por un abrigo del estilo contrario. Uno de estilo clásico, de tweed o de cuadros puede ser el contrapunto perfecto para llevar un look de noche 24 horas.
Masculino Vs. femenino
Otro juego de contrarios es el del estilo femenino y el masculino. Conseguirás un efecto de lo más favorecedor y estiloso combinando vestidos vaporosos con detalles delicados y sexies, con abrigos de corte masculino e incluso un toque marcial. Un claro ejemplo de que los polos opuestos se atraen y que Carolina Daur corrobora con abrigo de estilo esmoquin largo hasta los pies y vestido de seda con gran abertura en la pierna.
De la misma longitud que el vestido
Uno de los errores más comunes que se cometen es en relación a la longitud del abrigo. En general, llevar un vestido largo con un abrigo corto suele ser un fracaso de estilo con poco arreglo. En estos casos hay que elegir abrigos casi tan largos como la falda o el vestido que llevemos. Anna Wintour da el tip de este invierno: el de piel de serpiente es pura tendencia y, contrariamente a lo que se pueda pensar, va con todo.
Oversize para un look de fiesta ‘efortless chic’
Nos encanta la idea que nos dan Gilda Ambrosio y Giorgia Tordini, ambas llevan abrigos de diferentes estilo pero de misma silueta: oversize. Un estilo que combinado con vestidos de noche o un toque luxury genera un efecto vanguardista y original con el que marcar la diferencia en cualquier fiesta.
Aquí nuestra selección de abrigos para no pasar frío ni perder estilo.
En color verde menta y sin solapas, de Vince (735 €).
De efecto piel de serpiente y largo, de Michael Lo Sordo (887,73 €).
Oversize y de cuadro príncipe de Gales, de Balenciaga (2.390 €).
Abrigo plisado en verde botella, de Issey Miyake (734 €).
De estilo militar con cuello de pelo, de Uterqüe (229 €).
Oversize con cinturón en azul pastel, de Loewe (1.900 €).
Abrigo largo con raya diplomática y de estilo masculino, de Zara (129 €)
De pelo en color azul celeste, de Stine Goya (400 €).
Largo y de doble botón, de Zara (109 €).
Brocado, de Anne Demeulemeester (1.795 €).
De piel efecto serpiente, de Stand Studio (380 €).
Clásico de estilo masculino, de Giuliva Heritage Collection (1.620 €).
Oversize en verde militar, de Golden Goose (1.095 €).
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