De las firmas más importantes de la industria de la moda, Chanel fue de las que decidió que sus colecciones seguirían presentándose de manera presencial y bajo el mismo calendario de siempre. Así pues, hoy se ha celebrado el desfile para la próxima primavera en el mismo escenario que la casa francesa lleva haciéndolo desde hace años: el Grand Palais de París. Este enclave es el espacio perfecto pues sus amplias dimensiones y su arquitectura diáfana permite transformarlo cada vez en algo totalmente diferente. En esta ocasión, Chanel lo ha transformado en el set de una película de cine. Ha colocado unas inmensas letras de Chanel con luces, como las del famoso letrero de Hollywood, y que recuerda a más de una escena de la miniserie de Netflix, “Hollywood”.
Un escenario completamente pintado de blanco y contradictoriamente minimalista pues, a pesar del inmenso tamaño de las letras, no había nada más. De varias puertas ubicadas detrás del letrero han comenzado a salir las modelos de cuatro en cuatro, o de tres en tres pintando en seguida el escenario con blanco, negro y rosa, los colores predominantes de la colección.
La década protagonista también estaba bastante clara: los ochenta. Y se notaba por las cazadoras de hombros oversize y silueta cocoon. Chaquetas perfecto de cuero, de punto o las míticas blazers de tweed adoptan la primavera que viene esta forma tan reconocible. Se combinan con prendas para citas formales o informales, desde faldas rectas por encima de la rodilla, hasta pantalones de corte pirata o de talle alto y anchos, y vestidos sueltos con cuello de polo.
Los trajes de chaqueta y pantalón toman las riendas del armario más formal aunque cambiando el pantalón más clásico por las bermudas cortadas por encima de la rodilla.
El estampado para la temporada que viene se fija con Chanel en los luminosos neones, estampando en camisetas y vestidos el logo y su mítico número 5 en verde, naranja, azul o rosa flúor.
Destaca el contraste entre estas prendas de carácter relajado y moderno, con otras de estilo sobrio y formal. También el juego de materiales tiene un gran protagonismo en determinadas prendas, el tweed y el tul se alían en vestidos y pantalones para crear siluetas y un movimiento sorprendente.
Para la noche encontramos vestidos de corte asimétrico, con lazos y transparencias, para las que buscan ceñirse a la feminidad más romántica, y trajes de chaqueta de lentejuelas para las que quieren hacerlo desde una faceta masculina.
En cuanto a los accesorios, los bolsos pasan esta vez a un segundo plano, reduciendo drásticamente su presencia y su tamaño cuando aparece, en ocasiones incluso se transforma en collar. Las perlas siguen acaparando el terreno de la bisutería, en forma de cinturones, pulseras y collares y las diademas de strass son la novedad más romántica, dispuesta a convertirte en el nuevo objeto de deseo del verano que viene.
Entre los invitados célebres se han echado en falta más rostros internacionales, algo que era de esperar debido a la situación actual, y a Carolina de Mónaco y familia, ausente de los desfiles de Chanel desde que falleciera Karl Lagerfeld. No han faltado otros incondicionales de la casa como Marion Cotillard, Vanessa Paradis y su hija, Lily Rose Depp, entre otros.
Virginie Viard se ha inspirado en las musas de todos los tiempos de Chanel para esta colección de 2021. Ninguna en concreto, pero todas las actrices de Hollywood, de la Nouvelle Vague, del cine italiano, de ahora y de siempre. De ahí la campañana fotografiada por Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin que retrata a través de tres modelos, Rianne Van Rompaey, Mica Argañaraz y Louis de Chevigny, escenas típicas de las películas: hablando por teléfono, mirando por un balcón y caminando por la calle. Una estética de glamour y clase que tan bien sabe captar Chanel.
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