Olvídate de los complejos rituales de buena suerte de Nochevieja y las hogueras de San Juan para atraer a tu vida la felicidad, el amor y el dinero a tu vida. No van a funcionar, o sí, pero poco. Porque si bien es cierto que la suerte, en general, es poco menos que un capricho del azar, no lo es menos darse cuenta de que la buena suerte no nace, se hace poco a poco… o al menos eso dice la ciencia. Los estudios en psicología han detectado dos comportamientos o virtudes que pueden convertir a cualquiera en un auténtico suertudo. Así lo asegura el dr. Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire, que lleva décadas investigando el comportamiento de personas que se consideran “suertudas” y personas que no. Y aquí van sus conclusiones, toma nota.
1. Si quieres tener buena suerte lucha por lo que quieres… pero desde el relax.
Las personas con mejor suerte del mundo tienen algo en común: que no se tensan por las circunstancias de la vida, están abiertas a los cambios y los asumen con naturalidad. Una persona que es capaz de intentar cumplir sus objetivos, pero que al mismo tiempo se mantenga flexible para reaccionar con calma ante los obstáculos inesperados que se presenten en su camino, tiene medio objetivo ya ganado.
¿Sabes por qué? Porque si fracasa lo habrá hecho aprendiendo cosas nuevas, lo cual le servirá de cara al futuro y, además, no se sentirá responsable de su fracaso (al fin y al cabo hizo todo lo que pudo para adaptarse a las circunstancias) motivo por el cual no renunciará a su objetivo por miedo a fracasar de nuevo.
2. Si quieres atraer la buena suerte confía en tu intuición
Puedes hacer todos los planes que quieras, pero la realidad es que nadie sabe que pasará en el futuro (ni con tus planes). Pero hay información que a tu cerebro consciente se le escapa pero a tu intuición no, pequeños detalles que hacen que algunas cosas nos den buena o mala espina. ¿El consejo del experto? Que sigas tus corazonadas: son el camino hacia la buena suerte.
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