Del auge a la caída… y la (casi) absolución: las dos mujeres en la vida de Rodrigo Rato

Fue vicepresidente primero y ministro de Economía de José María Aznar, dirigió el Fondo Monetario Internacional de 2004 a 2007 y presidió Caja Madrid (desde enero de 2010) y Bankia (desde diciembre del mismo año) hasta mayo de 2012, fecha en la que anunció su dimisión. En octubre de 2018 y tras seis años de investigaciones, Rodrigo Rato (71) ingresaba en la prisión de Soto del Real por el caso de las tarjetas ‘black’, causa por la que fue sentenciado a cuatro años y medio de condena. Ahora, tras hacerse pública la sentencia, Rato ha sido absuelto en el caso de la salida a bolsa de Bankia por los delitos de estafa y falsedad contable. Al lado de Rato lleva estos últimos 20 años Alicia González, periodista de profesión y que se ha convertido en su gran apoyo en los momentos más difíciles de la vida del expolítico.

Conoció a su primera mujer en Asturias

Tanto la familia paterna como la materna de Rato provienen de Asturias. Su bisabuelo, Faustino Rodríguez-San Pedro y Díaz-Argüelles, fue abogado, ministro de Hacienda, de Estado y ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes durante el reinado de Alfonso XIII, así como Alcalde de Madrid en 1890. La madre de Rato fue Aurora Figaredo Sela y su padre, el jurista y empresario asturiano Ramón de Rato Rodríguez-San Pedro, encarcelado durante tres años en 1967 por evadir dinero a Suiza a través de su Banco Siero. La operación policial terminó con la detención de Ramón y su hijo Ramón Rato Figaredo cuando se encontraban en la boda de su hija María de los Ángeles Rato Figaredo con Emilio García Botín, sobrino de Emilio Botín, en los salones del antiguo Hotel Castellana Hilton. Tres años después fue indultado por Francisco Franco y tuvo que pagar una multa de 176 millones de las antiguas pesetas. Rodrigo tenía entonces 17 años.

Educado en Madrid en el colegio jesuita Nuestra Señora del Recuerdo, donde estudiaron también otros nombres de la política y de las finanzas como Alberto Ruiz-Gallardón, Ángel Gabilondo o Pablo Isla (presidente de Inditex), Rodrigo se licenció en Derecho en la Universidad Complutense y completó su formación en 1972 con un máster en Administración de Empresas por la Universidad de Berkeley (California), algo que hizo con la ilusión de que su padre le regalara un deportivo Porsche al terminarlo, y así fue. Por aquel entonces, Rodrigo mantenía una relación con Carmen Gayarre, con la que, a pesar de estar comprometido, rompió nada más regresar a España.

Sus padres tenían una casa en el barrio de Somió en Gijón y la comunidad del norte de España se había convertido desde niño en su lugar de veraneo junto a sus progenitores y sus dos hermanos mayores. Precisamente fue allí donde conoció a la que sería la primera mujer importante de su vida, Ángeles Alarcó (63). Se encontraron por primera vez en el año 1974 y se casaron por la iglesia en 1987. Tras pasar por el altar, Gela (como la llaman cariñosamente sus más allegados) y Rodrigo se mudaron a un chalé de más de 300 metros cuadrados situado en el exclusivo (y carísimo) barrio madrileño de El Viso. La pareja tuvo tres hijos: Gela (30), Ana (25) y Rodrigo (22), que han preferido vivir alejados del ruido mediático generado por los procesos judiciales de su padre en los últimos años.

La primera mujer de Rato es licenciada en Filología Francesa y cuenta con un máster en Administración de Empresas por el IE, así como con un programa de desarrollo directivo con especialidad en Sector Público. Apasionada del mundo del arte, Gela regentó una tienda de antigüedades en el barrio de Salamanca mientras ocupaba diferentes puestos de responsabilidad en empresas privadas como Coca-Cola o Aguas de Fuensanta. El matrimonio duró 15 años y su ruptura se hizo oficial en la famosa boda de Ana Aznar y Alejandro Agag en El Escorial en septiembre de 2002, ya que al enlace él acudió solo y ella fue junto a Jaime Mayor Oreja y su mujer.

Seis años al frente de Paradores

El salto de Alarcó a lo público lo dio en 2007 de la mano de su amiga Esperanza Aguirre, que la había colocado como asesora en su gabinete nada más separarse y luego la situó como consejera de Telemadrid, puesto que dejó al ser nombrada vicepresidenta ejecutiva de Turismo de Madrid en julio de ese mismo año. La que entonces ya era exmujer de Rato sustituyó a Ana Isabel Ariño, que fue nombrada consejera de Vivienda de la Comunidad de Madrid. Tres años y medio más tarde, en diciembre de 2010, la Comunidad de Madrid firmaba la disolución de Turismo de Madrid y anunciaba que sus competencias pasaban a la Dirección General de Turismo, por lo que Ángeles se convertía entonces en la directora del departamento autonómico y en vicepresidenta del Madrid Convention Bureau, dependiente del Ayuntamiento de Madrid, y presidenta del Cluster de Turismo Madrid.

En febrero de 2012 Gela fue nombrada presidenta y consejera delegada de la empresa pública Paradores Nacionales. "Haré todo lo posible para que, cada vez más, se reconozca su excelencia en cada rincón de España y del mundo, apostando por la perfección, la innovación y las nuevas tecnologías. Buscaré la máxima eficacia en la gestión de todos y cada uno de los recursos disponibles", dijo Alarcó tras ocupar su nuevo cargo. Gela estuvo al frente de Paradores hasta julio de 2018, fecha en la cual se nombró al socialista Óscar López.

Íntima de Ana Botella

La discreción ha sido la tónica general en Gela Alarcó tras su separación de Rato. Sigue viviendo en la casa de El Viso, donde ha convivido con sus tres hijos hasta que se han independizado. Además, disfruta de la tranquilidad en la casita que se construyó en El Tejo, un pequeño cántabro situado dentro del Parque Nacional de Oyambre y a unos 40 minutos de Santander a la que le gusta escaparse los fines de semana y en las vacaciones de verano. Se la relacionó con Marcos de Quinto, pero finalmente se supo que eran únicamente amigos. En 2015 salía a la luz su relación con Martín González del Valle y Chávarri, barón de Grado y consejero delegado y socio fundador del fondo de capital riesgo Realza, y cuya madre, Macarena Chávarri, ha sido considerada toda una institución en el Club de la Beneficencia y es hija de Marichu de la Mora y Maura, la primera mujer que obtuvo el carné de periodista en España.

González del Valle y Chávarri pertenece a una de las familias impulsoras de la industria y de la banca asturianas en el pasado siglo. Estudió Derecho y Ciencias Económicas en la Universidad San Pablo CEU y tiene un MBA por INSEAD- Fontainebleau. Comenzó su carrera profesional con puestos de responsabilidad en empresas como la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera, Baxter Travenol y Socelec, S.A. (alumbrado técnico). Sobrino del director de cine Jaime Chávarri,familiar lejano de Marta y María Chávarri, y separado de Patricia Márquez, hija de los condes de Paraíso, con la que tuvo dos hijos, con él Gela compartió además la creación de The Heroes Club, una compañía de networking.

Entre las amistades de Alarcó siempre han estado Ana Botella y Elvira Fernández Balboa, mujer de Mariano Rajoy. Con Botella y Aznar, Gela y Rodrigo compartían fines de semana en el molino que Rato tiene en Carabaña, cenas en el restaurante México Lindo de la plaza de Ecuador de la capital y confidencias que después mantuvieron las dos esposas. Pese al divorcio, Gela ha defendido al padre de sus hijos en más de una ocasión. “Para mí es impensable, sabiendo lo que sé de él, que la gente piense que se aprovechó. Si Rodrigo hubiera sabido que había algo, es imposible que hubiera consentido eso”, decía en una entrevista en abril de 2015.

Un segundo matrimonio casi en secreto

La confirmación de separación de Rato y Gela llegaba en 2002, pero por aquel entonces, el que fuera ministro de Aznar ya había comenzado una relación sentimental con la periodista Alicia González. Su historia de amor comenzó cuando ella trabajaba en el gabinete de prensa del Ministerio de Economía y lo acompañaba en sus viajes al extranjero. Al poco tiempo él abandonó el domicilio familiar en la casa de cuatro plantas de El Viso para instalarse en un piso de unos 70 metros en la céntrica calle Menorca junto a su nueva pareja (más tarde se irían a otro más lujoso en el barrio de Salamanca que años después les sería embargado).

Cuando en junio de 2004 Rato fue nombrado director gerente del FMI se mudó a Washington y Alicia vivía prácticamente con él en Estados Unidos y trabajaba como corresponsal de Economía Internacional del diario El País (puesto en el que hoy sigue) y colaboradora de La Brújula, programa radiofónico de Onda Cero. La pareja comparte, además de la pasión por los asuntos económicos, el gusto por la cocina, el yoga y los perros (tienen un labrador). Tras tres años en Estados Unidos, Rato decidió volver a España para estar más cerca de sus hijos y de Alicia. Poco o nada se supo de esta relación hasta que en 2015 salieron publicadas unas fotografías de la pareja disfrutando de unas vacaciones en un yate en la isla de Mallorca.

A las pocas semanas, el 9 de septiembre (el exministro ya había sido detenido en abril de ese año), y después de 15 años juntos, la pareja contraía matrimonio en una ceremonia íntima en la finca que posee la familia de Rato en Carabaña, al sureste de la Comunidad de Madrid. De los tres hijos de él solo asistieron sus dos hijas mayores, Gela y Ana. Rodrigo Jr no estuvo alegando que se encontraba fuera de España en ese momento (cuentan que el enlace fue tan secreto que no se supo que día sería hasta apenas unas horas antes). La boda se llevó a cabo en la más estricta intimidad (con apenas familiares y nadie del mundo de la política o las finanzas) y en un día entre semana para no levantar ningún revuelo mediático.

Alicia, siempre a su lado

Antes del ingreso en prisión del expolítico del PP, Alicia y él disfrutaban de escapadas relajantes a la localidad de Navafría, en Segovia, donde la familia de la periodista tiene una casa. Allí les gustaba llevar una vida tranquila, se mezclaban con la gente del pueblo y disfrutaban de la desconexión mediática y judicial en la que se ha visto envuelto Rato desde 2012. Alicia ha estado al lado de su marido en los peores momentos. Lo acompañó el día de su ingreso en prisión y ha ido a verlo a la cárcel siempre que ha podido. En los dos permisos penitenciarios de seis días que ha tenido ella ha estado allí para recogerlo y poder disfrutar de su compañía en libertad.

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