Trabajar con genios del cine, como Woody Allen, tiene su parte enriqucedora y su lado menos bueno. Elena Anaya, lo acaba de comprobar. La actriz ha hablado de esa cinta que acaba de rodar con el neoyorquino, ‘Rifkin’s Festival’, con la que suma un nuevo título a nivel internacional, pero que le ha costado pasar malos ratos en los últimos meses.
Ha sido en el espacio ‘Late Motiv’ (Movistar+) donde ha hablado sin tapujos de la dureza de ponerse a las órdenes de un hombre muy exigente que ha convertido, por momento, el día a día laboral en un infierno. «Sí, sí, es duro. A mí me hundió muchos días. Le respeto, seguiría trabajando con él si me llamase, me parece un excelente director, un maestro, un mito del cine, un genio», explicaba.
«Pero un día me dijo: ‘Es horrible. No me creo nada de lo que estás haciendo, eres la peor actriz de la historia del cine’. Tenía una taza en la mano y fue en ese momento cuando pensé que me iba a empezar a temblar», terminaba ese relato de uno de los días más complicados de su carrera.
Andreu Buenafuente intentaba ver si se trataba de una especie de broma de Woody, pero no. «No, no, no, porque me lo dijo muchos otros días. Luego es verdad que llegaba su productora, Helen, y me decía que no me preocupara, que eso se lo dice a mucha gente, incluso a los mejores actores con los que ha trabajado. Me lo tomé como un premio de consolación», añadía, poniéndole un toque de humor.
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