Entre las causas más habituales de la inflamación estomacal y la acumulación de gas intestinal figuran llevar una dieta baja en fibra, padecer alguna intolerancia alimentaria, masticar chicle a menudo, comer demasiado rápido, tomar bebidas carbonatadas con frecuencia o padecer trastornos inflamatorios que afectan de forma específica al tracto gastrointestinal como el Síndrome de Intestino Irritable y la enfermedad de Crohn.
Pero además, existen algunos alimentos que podrían definirse de forma coloquial como «detonadores de gases» pues su consumo puede favorecer la inflamación del vientre o la proliferación de las molestas flatulencias. Estos son, según los expertos, algunos de los más destacados:
– Col, coliflor, alcachofas y coles de Bruselas.
– Legumbres. Todas las alubias, incluidas las lentejas, pueden producir inflamación del vientre. Además de ser ricas en proteínas, contienen azúcares y fibra que el cuerpo no es capaz de absorber completamente a través del intestino delgado. Esto produce gases que causan la inflamación. No obstante, antes de retirarlas por completo de la dieta los expertos aconsejan cocinarlas de modo que mejore su digestibilidad.
– Lácteos. Los intolerantes a la lactosa sufren inflamación del vientre después de tomar unos cereales con leche o un trozo de queso. La explicación está en que el organismo carece de las enzimas necesarias para procesar la lactosa.
– Manzanas. Aunque figura en todos los menús saludables, su alto contenido en fibra, además de la fructosa y el sorbitol que contiene puede provocar gases a algunas personas. Sin embargo, su aporte nutritivo es tan alto que no conviene dejar de comerlas, simplemente deben comerse con moderación y lo más alejadas posible de las comidas principales. Son el tentempié perfecto.
– Los zumos de uva y, en general los zumos,con mucha azúcar favorecen las flatulencias.
– Comida salada. Las comidas altas en sodio hacen que el cuerpo retenga líquidos y que sientas una sensación similar a la de tener un balón en la tripa. Hay que intentar reducir la sal, pues además su exceso de consumo está relacionado con el aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
– Los edulcorantes como el sorbitol, el xilitol y el manitol, presentes en muchos caramelos y chicles sin azúcar, dan muchos gases.
– Bebidas con gas: gaseosas, cervezas, refrescos.
– Salvado de trigo.
– Los fritos y los empanados contribuyen a hacer más pesada la digestión, lo que propicia que el vientre se inflame.
– Otros «detonadores» de gases son las bebidas alcohólicas, el curry, el café y el chile.
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