Iniciado septiembre, iniciado el (complicado) entretiempo. Al menos en lo que a estilismos se refiere. Este periodo entre el verano y el invierno es uno de los que mayores quebraderos de cabeza nos provocan, las piezas estivales siguen presentes, -es el caso de los tops, los shorts, las faldas e incluso los siempre acertados vestidos florales-, pero las novedades de la temporada de frío comienzan a desvelarse y con ellas nuestras ganas por sumarnos a las últimas tendencias. La dificultad se multiplica.
En este tipo de ocasiones, nada como apostar por aquellas prendas que nos permitan sumar múltiples diseños o complementos prescindir de ellas si las temperaturas nos dejan. Es el caso de los vestidos. Una opción siempre acertada en esta época de incertidumbre que no requiere de grandes accesorios o añadidos para brillar. Desde H&M parecen tenerlo claro y por ello no han dudado en hacer de ellos los grandes protagonistas de su nueva colección.
En las nuevas propuestas del gigante sueco, todas ellas elaboradas a partir de materiales sostenibles, encontramos una clara apuesta por los vestidos de estética vintage. Diseños repletos de encaje, volúmenes, detalles de volantes o llamativos hombros que nos hacen rememorar los maravillosos años 30. El mejor ejemplo del sistema cíclico de la moda que provoca que todo, de una u otra manera, antes o después, todo vuelva.
La paleta de colores está protagoniza por dos simples tonalidades, el blanco y el negro. Un binomio siempre acertado más allá del año o la estación en la que nos encontremos, es sinónimo de elegancia, de sofisticación.
Vestidos atemporales, ya disponibles en la web de la firma, que pueden solucionar nuestros looks de septiembre pero también de octubre o diciembre. Es cuestión de jugar con las prendas y complementos que les acompañan, ellos ya cuentan con estilo propio.
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