Azote de la corrupción y abiertamente lesbiana: Claudia López, la primera alcaldesa de Bogotá

Policarpa Salavatierra, conocida como "La Pola", fue una heroína colombiana que luchó para conseguir la independencia de su país durante la Reconquista española. Es una de las figuras femeninas, casi un símbolo, más potentes del imaginario revolucionario de Colombia. Su biografía se estudia en las clases de Historia y su nombre aún bautiza colegios e institutos. En uno de ellos estudió Claudia López, la primera mujer que gobernará el Ayuntamiento de Bogotá.

La victoria de López, de 49 años, es histórica. La lider de Alianza Verde iba segunda en todas las encuestras, por detrás del favorito, el independiente Carlos Fernando Galán, a quien se ha impuesto por tres puntos porcentuales. López forma parte del exiguo 10% de mujeres –el sufragio femenino se inauguró en Colombia en 1954– que han formado las listas electorales de estos comicios municipales y ha vencido contra los pronósticos, pero también contra la tradición pues además de mujer, es abiertamente lesbiana.

La imagen emblemática de su victoria será, sin duda, el beso que se dio con su pareja, Angélica Lozano, senadora del Partido Verde que ha descrito a la candidata como “una mujer tranquila y sensible” que tiene “placeres modestos” como la naturaleza, sus perros, cocinar y estar con los suyos. Hasta ahí, nada que se salga del relato de cualquier candidato, pero está claro que ellas han roto algo que parecía imposible: la tónica de la pareja presidencial hombre-mujer que impera en la política mundial. Y lo han hecho con un simple beso, el primero –desacomplejado y orgulloso– de una mujer que tras el abordaje a la capital colombiana ocupará el segundo puesto más importante en responsabilidad política del país.

Formada en EEUU

López es la mayor de seis hermanos. Su padre, Reyes Elías López, aparece en los medios colombianos a veces como comerciante, otras como campesino y su madre, María del Carmen Hernández, era maestra de escuela. Según el diario o la revista, hablan de ella como una mujer de “origen humilde” o “de clase media”, aunque en el relato que ha hecho de sí misma en esta campaña opta más por la primera descripción que por la segunda.

Según explicó, sus padres la ingresaron en un internado porque les estaba dando una adolescencia bastante complicada y a pesar de que quería ser médico, acabó estudiando Biología porque no consiguió entrar en Medicina. Acabó la carrera gracias a un crédito y luego, gracias a una beca pudo estudiar en Estados Unidos. No fue la única. Otras dos subvenciones, una de la Organización de Estados Americanos (OEA) y otra del Banco Internacional de Desarrollo (BID) la llevaron a la Universidad de Columbia, donde cursó Administración Pública y Política Urbana.

Después, entró a trabajar en la ONU, lo que le permitió recorrer América Latina, subcontinente en el que se ha convertido en la primera mujer abiertamente gay en gobernar una ciudad de la envergadura de Bogotá, con más de siete millones de personas que cuenta entre sus problemas más acuciantes el microtráfico de drogas, la saturación y las complicaciones del metro y problemas medioambientales como la contaminación del río Bogotá.

Camino a la presidencia

Su labor en Alianza Verde nació después de que ella volviera de aquella gira con la ONU por América Latina y empezara a denunciar la corrupción en su país. Su última aventura electoral fue como segunda del candidato a la presidencia Sergio Fajardo, pero quedaron en tercer lugar. Por eso tampoco se le escapa a los analistas políticas que la llegada de López a la alcaldía de la capital pueda ser el primer paso para empezar a forjar una candidata a la presidencia del país.

La renovación que propone López también es generacional, por eso entre sus filas, está Julián R Sastoque, que con 23 años y fuertes lazos con los movimientos ecologistas, será el concejal más joven que ha tenido nunca la ciudad de Bogotá. “Hoy era el día de las mujeres”, gritó Lopez ante los militantes de Alianza Verde que fueron a celebrar su victoria, pero también lo es de lo que ella misma denomina “diversos” y el grupo en el que ella se ubica. “¡Nos unimos, ganamos, hicimos historia!”, siguió exclamando tras comprometerse a liberar la sociedad del “machismo, el racismo, el clasismo, la homofobia y la xenofobia”.

El camino no será fácil, menos para una mujer gay en un país donde, según informa Amnistía Internacional, los grupos paramilitares imponen “normas de convivencia” que conducen a la tortura y al asesinato de las minorías sexuales. Además, sigue siendo uno "de los países más católicos del mundo", según informa de la CNN, al contar con más de 47 millones de fieles que representan el 26,4% de los creyentes del continente americano. Pero López, de momento, ha convertido la Plaza Bolívar, la misma donde colgaron a la heroína Policarpa Salvatierra, en el lugar donde se concentran todas las celebraciones del Día del Orgullo Gay.

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