Inspirada en los ojos grandes y rasgados de los zorros, los ‘foxy eyes’ han conquistado a numerosas famosas como Bella Hadid. El objetivo de esta técnica de maquillaje es alargar y refrescar la mirada trabajando las cejas, ayudándote de un delineador y maquillando las pestañas. El primer paso para hacer los ‘foxy eyes’ es depilar muy bien las cejas para que se vean uniformes. La forma debe ser preferentemente recta o que terminen en dirección ascendente. Rellénalas y fíjalas de manera sutil.
Después debes aplicar el eyeliner, si es líquido lograrás mayor precisión y si resiste al agua evitarás que se corra, desde el lagrimal hacia afuera. Haz especial hincapié en el extremo externo del ojo, donde deberás engrosar el trazo. Llega el momento de aplicar varias capas de máscara negra prestando especial atención al ángulo externo de arriba y abajo y dejando con menos maquillaje el resto de las pestañas, tanto inferiores como superiores. Darás más énfasis al efecto ojos rasgados si, además, pintas la zona del lagrimal con lápiz de ojos de color blanco y te haces un peinado (coleta alta, semirrecogido…) que te deje tirante la zona del cabello en torno a las sienes.
Técnicas de instituto
Con y sin cirugía, existen distintas técnicas profesionales para levantar y rasgar la mirada: En los centros en los que disponen de aparatología LPG puedes pedir el tratamiento ‘Total Eye’ (desde 50 € la sesión) que drena y descongestiona las bolsas y ojeras, rellena las arrugas del contorno de los ojos y levanta los párpados. También puedes lograr ese efecto con inyecciones de bótox en frente, entrecejo y contorno de ojos (unos 400 €). O con hilos tensores que se introducen desde la parte exterior de la ceja hacia la sien, así consiguen recolocar las cejas y elevarlas unos milímetros. Esta técnica se completa con bótox en el ángulo externo (400 € aprox).
Hazlo con sombras
Para un acabado menos dramático, como el que muestra la firma Buxom en esta imagen, utiliza un pincel de ojos biselado para aplicar el color. Puedes hacerlo escogiendo un tono único (esta temporada de verano triunfan los azules y el verde esmeralda) o usar varios en degradé. Lo que conviene es partir de un color que quieras que sea el que predomine, y dibujar el delineado desde la parte interior del ojo, terminándolo más ancho en el extremo exterior.
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