La mascarilla se ha convertido en nuestra nueva normalidad, o al menos en una de las características incondicionales de esta. No hay un accesorio que ahora luzcamos más y es que no es solo que la usemos a diario, sino que nos acompaña a todas horas menos cuando estamos en nuestra propia casa. Y es que, la mascarilla se hace necesaria y obligatoria para nuestra seguridad y la de los demás en estos tiempos que corren. Y aunque todos solemos utilizar las quirúrgicas azules, no es de extrañar que cada vez las busquemos con detalles que las hagan parecer más nuestras y únicas e incluso con estilo.En nuestra búsqueda de esa mascarilla de repente nos hemos topado con la de Meghan Markle.
Fue el pasado viernes cuando Meghan la lucía junto con su look deportivo de camisa blanca de Victoria Beckham, zapatillas Stan Smith y sus joyas de Cartier y de la firma española Mónica Vinader. Look que escogió para ejercer de voluntaria junto a Harry en el evento benéfico organizado por Baby2Baby en California para ayudar a las familias de la zona. De todos los detalles de su look fue la mascarilla uno de los que más llamó la atención.
Se trata de una mascarilla de rayas blancas y azul bebé, estilo navy, que lleva el interior naranja, creando un contraste de colores. Está hecha de algodón, contiene filtro y es reutilizable. Pero, además, otra de sus ventajas es su precio, ya que está disponible por 15 dólares, o lo que es lo mismo, 12,70 euros.
¡La quiero!
La mascarilla en cuestión es de la firma Royal Jelly Harlem, una firma de Nueva York cargada de historia y significado. Royal Jelly Harlem es una firma de ropa y decoración de inspiración africana fundada por Teta y Maya Gorgoni, madre e hija. La idea veía la luz en 2011, después de surgir tras muchos viajes a África Occidental y Sudáfrica. Entonces, decidieron tomar parte en la defensa de la diversidad del continente africano y de las culturas, tradiciones y arte de sus pueblos y tribus. «Creemos en maximizar la audacia de las imágenes y estampados de la tela mediante el diseño de piezas que adoptan este arte», señalan en su web, que se llena de productos con estampados africanos a todo color.
Además, «ayudamos a contribuir al crecimiento y la prosperidad de las bellas culturas de África comprando muchos de nuestros materiales a proveedores africanos. Muchos de nuestros fabricantes son modistas y sastres nacidos en África que fabrican nuestros productos en EE. UU», añaden. Sus productos, además, se producen en Nueva York para ayudar así también al trabajo en su comunidad.
Fuente: Leer Artículo Completo