1. Guipúzcoa. Eskerrik asko. Solo en Guipúzcoa es posible pasar de la naturaleza extrema de ese fenómeno geológico surgido hace 50 millones de años llamado flysch o la bravura de las aguas del norte contra los espigones de Zumaia (ambos, escenarios de Juego de Tronos) a la delicadeza exquisita del museo de Balenciaga en Guetaria, los burgueses paseos por San Sebastián y la serena belleza de Hondarribia (siempre en el top ten de los pueblos más bonitos y singulares de Europa).
*Visita: Valentina. Parada ineludible en San Sebastián para los amantes de la decoración y de cualquier objeto bello (valentinashop.esvalentinashop.es).
2. Asturias y Cantabria. Bienvenidos al norte. Comparten verdor, mar y Picos de Europa, pero es tan importante no confundir estas dos regiones como imperdonable no visitarlas. Asturias ha convertido la pintoresca villa de Cudillero en un fenómeno de Instagram por sus coloridas fachadas y su poético faro. Cantabria se consolida como embajadora de sabores y productores locales, gracias al grupo Deluz, que a sus restaurantes suma ahora El Súper de los Pastores.
*Visita: Domestica. Diseñadores emergentes, decoración fresca a precios asequibles y caprichos gourmet en el corazón de Santander (domesticasantander.com). El súper de los pastores. Cantabria estrena una red de supermercados con productos artesanales y eco de 150 pequeñas granjas (elsuperdelospastores.com).
3. Alicante. Paraíso en blanco. La capital seduce con el Castillo de Santa Bárbara y la vida gastrolúdica en torno al Mercado Central. Pero además, la cúpula azul y las calles blancas de Altea, la artesanía cerámica de Agost, las calas secretas de El Campello y el milenario palmeral de Elche ejercen una fuerza gravitacional tan irresistible como la pericia arrocera de la provincia.
*Visita: Decotrip. Mercadillos fuertes en vintage europeo en Alfaz del Pi; artesanía upcycled en Nave 13 en Elche (en la foto); estilo mediterráneo 2.0 en Nomad, en Jávea… Alicante es la cueva del tesoro decó.
4. Murcia. Calas de 10. Las playas de la región están llamadas a ser el nuevo Cabo de Gata, especialmente las bohemias y vírgenes calas de los parques naturales de Calblanque y Calnegre. Más conocida, pero aún con capacidad de asombro, es La Manga, donde la silueta de OVNI de Collados Beach alberga un restaurante, un sushi bar, un club de playa y una zona de copas.
*Visita: Rincón de Pepe. Un clásico en la capital que cumple 95 años de cocina tradicional y una despensa privilegiada tratada con mimo (restauranterincondepepe.com).
5. Andalucía. Sin prisas, sin ruido. Pese a la gentrificación turística, el sur lo vale. Aún alberga secretos (incluso en la popular Costa del Sol, los acantilados de Maro- Cerro Gordo, senderismo y calas para connoisseurs), sus caprichosos pueblos blancos de interior (como Luque en Córdoba, tesoro arquitectónico e histórico) o la siempre infravalorada provincia de Jaén, donde el Cortijo Montano y su manto de olivos aúnan lo mejor de un hotel de lujo con el arte de una típica casa andaluza.
*Visita: Cortijo Montano. Una casa rural con piscina, duende y decoración local, pegada al Guadalquivir (cortijomontano.com).
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