Aunque la piel se ha convertido en la nueva obsesión de las famosas y sus maquilladores, con efectos cada vezmás sofisticados como la piel de delfín, los ojos continúan siendo la zona más sensible de cualquier ‘make up’. Para los profesionales cosméticos, dominar la tipología de formas y disposiciones y cómo realzarlos con sombras, correctores y lápices es fundamental. Averiguar la forma de los propios ojos puede ser facilísimo o bastante complicado, sobre todo si no existe un rasgo muy definido que lo caracterice. Vamos a repasar con la ayuda de las famosas la tipología básica para que puedas reconocerte y averiguar qué maquillaje te conviene. Si tus ojos se parecen a los de Katy Perry, no tienes pérdida: son redondos.
Los ojos redondos como los que tiene Katy Perry son bastante fáciles de maquillar: admiten prácticamente todo. Sin embargo, resaltar con una sombra oscura el extremo exterior puede ayudar a rasgarlos un poco y hacerlos más interesantes. Con el ‘eyeliner’, mejor incrementar el grosor de la línea hacia la zona exterior del ojo. Los ahumados quedan fantásticos en tonos que contrasten con el ‘eyeliner’ (y no tanto en negro). Prueba la disposición en halo de las sombras: la más oscura en los extremos del ojo con un punto de color y claridad en el centro.
Los ojos almendrados como los que tiene Beyoncé son los más comunes y, por suerte, también admiten prácticamente todo. Les favorece un ‘eyeliner’ ligero y suave, sin demasiado grosor. El objetivo del maquillaje en este tipo de ojos es hacerlos más grandes, algo que podemos conseguir con un uso correcto de las sombras. Ls colores más profundos o oscuros han de disponerse en el final del ojos y tanto en el lagrimal como a lo largo de las pestañas inferiores.
Los ojos rasgados como los de Blake Lively tiene una complicación añadida: no dejan ver el párpado superior, que queda oculto por el pliegue de la piel bajo el párpado fijo. Para que el maquillaje resista el rozamiento constante en esta zona es fundamental utilizar una prebase y realizar un buen trabajo de acabado con los polvos. Lo mejor es no aplicar la sombra con el ojo abierto, siempre por encima de la zona del pliegue y también bajo las pestañas inferiores, para reforzar el efecto del color. El ‘eyeliner’ es fundamental para crear definición: aplícalo prácticamente entre las pestañas. Para la máscara de pestañas, mejor que sea ‘waterproof’.
Los ojos caídos como los de Anne Hathaway tienen una solución facilísima gracias al maquillaje, pues aplicado con inteligencia puede modificar ópticamente esa línea descendente que puede darle un aire tan tristón a la mirada. Para conseguirlo, conviene utilizar una sombra clara de un tono parecido al de la piel por todo el párpado y hasta las cejas. Funcionará como un primer. Con una brocha suave, aplicaremos luego una sombra de tono medio en el pliegue del párpado, con un movimiento de izquierda a derecha y ligeramente ascendente al final. Además, podemos insistir con más cantidad de pigmento al final del ojo, siempre en el extremo superior. Para un efecto lifting inmediato, también podemos contar con el ‘eyeliner’: una línea ascendente al final del ojos nos ayudará muchísimo a disimular la caída del párpado.
Los ojos muy juntos como los de Miley Cyrus también tiene una solución cosmética a mano. Solo hay que concentrar el trabajo de color en los extremos exteriores de ambos ojos. Cuando más alarguemos la raya del ojo con ‘eyeliner’ y más juego de sombras dispongamos en esta zona, más aumentaremos ópticamente el espacio entre ambos ojos. Además, si añadimos un punto de luz o brillo en la zona del lagrimal y ese inicio del párpado superior, también alejaremos ópticamente los ojos.
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