Tranquila, Kate Middleton: no nos extraña nada que todavía no hayas perdonado a Guillermo por haberte regalado ESTO

La razón por la que la monarquía británica sigue siendo tan bien valorada entre su pueblo es que ha sabido adaptarse como ninguna otra a los tiempos que corren. Aunque Isabel II sigue siendo una gran defensora de las tradiciones clásicas de la institución; cada vez son más los gestos de cercanía que la Familia Real tiene con los ciudadanos para que dejen de ver la realeza como un grupo de personas privilegiadas. Y eso pasa por hablar con claridad y transparencia de su vida privada.

Este cambio de comportamiento se inició tras la muerte de Diana de Gales, cuando por primera vez la reina se permitió el lujo de mostrar sus sentimientos en público tal y como el pueblo exigía. Una concesión inédita hasta entonces que ahora se ha normalizado totalmente. Sobre todo gracias a los príncipes Guillermo y Harry, que desde que empezaron a tener un papel importante en la monarquía han hablado sin tapujos de sus sentimientos, sus miedos y sus aspiraciones.

Claro que ahora que su hermano pequeño se ha ido a vivir a Estados Unidos con Meghan Markle, esta labor de comunicación con el pueblo ha recaído en exclusiva sobre los hombros de Guillermo, que sigue ofreciendo píldoras de su intimidad familiar para que el día que le toque sentarse en el trono sea visto como un rey accesible y nadie se cuestione su presencia.

Así lo hizo hoy mismo durante una aparición en un programa de la BBC Radio en el que, como si estuviera en el típico concurso de parejas, reveló cuál había sido el regalo que menos le había gustado a Kate Middleton de todos los que le ha hecho desde que comenzó su relación.

“Una vez le regalé a mi esposa unos prismáticos. Creo que nunca me ha perdonado por eso”, afirmó el príncipe, que aclaró que ese error lo cometió muy al principio de empezar a salir, cuando todavía no se conocían lo suficiente.

“Los envolví yo y todo. Eran realmente bonitos. Yo incluso intenté convencerme a mí mismo de que era el regalo adecuado porque no paraba de decirle a Kate que se diera cuenta de lo maravillosos que eran porque podía mirar muy lejos con ellos. Pero ella lo que miró fue a mi con cara de no entender nada. Digamos que no fue bien”, continuó explicando Guillermo totalmente consciente de lo mucho que gustan a la opinión pública estas pequeñas anécdotas.

“Honestamente, no tengo ni idea de por qué le compré esos prismáticos”, concluyó.

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