Tan pronto como el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron que dejarían sus roles como miembros senior de la realeza en enero, su enfoque a la hora de lidiar con la cobertura de la prensa pareció cambiar. Publicaron una larga explicación de su decisión y algunos detalles sobre su plan para el futuro en un nuevo sitio web, y comenzaron a trabajar con periodistas que estaban fuera del sistema de rotación real del palacio –la lista de acceso privilegiado a los actos de la casa real–. Sus representantes enviaron una carta sin precedentes, indicando su decisión de bloquear a cuatro tabloides de la cobertura.
Según un nuevo artículo en People, este rápido cambio en la estrategia fue intencional, porque Meghan se había sentido frustrada durante mucho tiempo con la política tradicional del palacio de no responder o comentar historias falsas en los tabloides. "La posición de acceso [en el palacio] era no hacer comentarios o ignorar las historias, y la gente activamente le impedía responder a cosas que sabíamos que no eran ciertas", afirma a la revista una fuente cercana a la pareja. "Eso es con lo que ella está teniendo problemas".
El comentario podría explicar a qué se refería el equipo legal de Meghan cuando dijeron que el palacio la dejó "desprotegida" cuando estaba embarazada en una vista legal la semana pasada. Incluso antes de dejar a la familia real, Meghan y Harry habían comenzado a adoptar un enfoque más al estilo de Hollywood en relación a su vínculo con la prensa. En septiembre de 2019, comenzaron a trabajar con Sunshine Sachs, la firma de relaciones públicas con la que Meghan trabajó mientras todavía era actriz.
Una fuente revela a People que el objetivo de esa política no es hacer que la realeza sea más vulnerable. "Los equipos del palacio enfrentan la dificultad de que cuando las cosas van mal, particularmente en asuntos de la vida privada, con frecuencia cualquier acción tomada con los medios lo empeora", explica. "No es que la familia real no quiera ayudar, es solo que no quieren empeorarlo dando más oxígeno a un rumor".
La política del palacio de ignorar historias sobre asuntos privados, independientemente de su veracidad, se remonta a décadas atrás, a una época en que los medios de comunicación dudaban más sobre informar negativamente sobre la familia. A medida que los tabloides evolucionaron y la familia real se convirtió en un tema de interés mundial, el palacio no ha cambiado de estrategia, salvando acciones legales contra algunos tabloides que claramente se pasaron de la raya, como la demanda de 2012 contra un tabloide francés que publicó unas fotografías en topless de Kate Middleton. En algunas circunstancias, el palacio hace comentarios sobre informes inexactos, pero como un último recurso.
Durante su tiempo en la familia real, Meghan experimentó un nivel de cobertura y crítica que no parecía respetar los límites precisos de su vida privada. Al presentar su demanda contra Associated Newspapers, incluso acusó al Mail el domingo de causar algunos de los problemas en la relación con su padre.
Como exbloguera y actriz, con la experiencia previa de relaciones públicas que implican ambos roles, Meghan podría tener una comprensión diferente del entorno actual de los medios. En las videollamadas de Meghan y Harry desde Los Ángeles, ahora comentan sobre política y sus vidas personales, demostrando que su salida real podría haberles dado la libertad que buscaban.
*Artículo publicado originalmente en la edición estadounidense de Vanity Fair y traducido. Acceda al original aquí.
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